Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) no se conforma con el rechazo del Ayuntamiento de Sagunt a pagar cerca de 2,3 millones de euros para hacer frente a la primera parte de la amortización de la construcción de la desalinizadora, a la que se destinaron más de 40 millones de euros.
La empresa estatal pasó hace unos meses esta factura al consistorio, que rechazó su pago en un acuerdo plenario adoptado por unanimidad. A raíz de esta respuesta, la empresa estatal apunta en palabras a Levante-EMV que «lo que procede ahora es seguir con el procedimiento establecido en Acuamed para la reclamación de las deudas».
En el fondo de esta disputa se mantiene el convenio firmado por ambas partes antes de la construcción de la desalinizadora, cuando se pensaba que no habría problemas en encontrar los clientes que se hicieran cargo de la amortización de la planta. Eran los tiempos previos a la explosión de la burbuja inmobiliaria, cuando se contaba con un rápido desarrollo de Parc Sagunt, que permitiría comercializar la producción de la planta.
Sin embargo, el estancamiento del polígono y los errores en las predicciones sobre el incremento poblacional de Sagunt, que señalaban un aumento por encima de los 100.000 habitantes, echaron por tierra todas las previsiones y cargaron sobre el ayuntamiento toda la responsabilidad de amortizar la planta. Ambas partes siguen pendientes de modificar ese convenio.
