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«Fui la primera en ir a rescatar a los dos niños, pero fue un trabajo colectivo»

La surfista que evitó en Canet que dos menores se ahogaran recalca la acción decisiva de otras personas para reanimar a la niña que no respiraba

«Fui la primera en ir a rescatar a los dos niños, pero fue un trabajo colectivo»

Admite que ha estado «días sin dormir» después de rescatar el sábado a dos niños de apenas 6 y 7 años que estaban siendo engullidos por el mar en la costa de Canet d' En Berenguer durante una tarde de olas embravecidas y peligrosas corrientes, en una zona sin servicio de socorrismo que no está considerada como zona de baño.

Así lo explicaba a Levante-EMV la surfista que jugó un papel decisivo al oír una llamada de socorro y encontrar a un pequeño luchando en el agua, mientras a su prima ya solo se veían los brazos; una intervención vital, pero que ella enmarca dentro de «la colaboración» de varias personas que resultaron estar, más que nunca, en el momento adecuado y en el lugar oportuno.

«Yo fui la primera en ir a rescatar a los dos niños, pero fue un trabajo colectivo», remarcaba tras destacar las «numerosas casualidades» que acabaron jugando a favor de estos pequeños residentes en Madrid que pasaban allí la tarde en familia.

Aquella tarde todo cambió sobre las 19 horas. Mientras la mujer practicaba el surf por el espigón sur del puerto deportivo junto a otros deportistas y percatarse de que alguien estaba en apuros en el agua, fue directa a por la niña en peor estado, mientras colocaba su tabla de tal manera que el niño pudiera cogerse a ella de un extremo. «En esto ya fue casualidad que yo llevara una tabla más larga de lo habitual pues, al ser de unos 3 metros, pude llegar hasta a él, porque estaban separados», decía.

Ante las peticiones de ayuda, otros dos surfistas se acercaron y permitieron llevar a los chavales hasta tierra. «Uno cogió al que estaba en mejor estado y otro me ayudó con la niña, que estaba inconsciente y, además, en un lugar más complicado para intervenir, con olas y mucha corriente», recordaba.

A partir de ahí, la intervención de un bombero que pasaba por allí y de un socorrista que estaba haciendo surf fue fundamental para iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar a la pequeña, que había dejado de respirar. «Fue un trabajo tremendo el que hicieron», apuntaba.

Otra enfermera que también estaba surfeando se volcó también en ayudar, tomándole el pulso, y una médico que paseaba por la zona se sumó al improvisado equipo hasta que llegó la ambulancia, además de efectivos de las Policías Locales de Canet y Sagunt.

«Fue una colaboración total gracias a un cúmulo de circunstancias que se fueron sumando unas a otras. Si no se hubieran dado todas, no sé lo que habría ocurrido. Tuvimos mucha suerte», decía esta surfista de 33 años del Port de Sagunt que prefiere mantener su anonimato al recordar un suceso que acabó con la niña recuperándose en el hospital Clínico, tras su traslado inicial al de Sagunt, mientras por suerte su primo no necesitaba asistencia médica.

Al echar la vista atrás, insiste en «el enorme respeto que hay que tener siempre por el mar». «Si el mar está picado, es mejor ni meterse por el tobillo, ¿para qué?», decía sin entrar a valorar cómo esos niños llegaron a adentrarse en el agua «cuando las olas no invitaban a hacerlo» y en las playas cercanas ondeaba la bandera roja. «Como hay un espigón y aparentemente es un lugar más tranquilo, a veces la gente se confía, siendo que es muy peligroso», aseguraba además de poner de relieve «el papel fundamental de los surfistas en el agua, pues somos un colectivo preparado, deportista y que siempre tenemos a mano un objeto de flotación».

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