La celebración de las comuniones en les Valls siguen marcadas por el coronavirus, por más que el estado de alarma hiciera posponer las celebraciones a este mes, con la expectativa de que la situación mejorara.
Esta misma tarde se viven celebraciones de este tipo en Benifairó de les Valls. Sin embargo, el acto se enmarca en una serie de medidas sumamente restrictivas y preventivas ante el índice de rebrotes registrados en les Valls en las últimas jornadas. «Debemos velar por la salud y la seguridad de nuestros vecinos. Resulta muy impopular advertir de la imposibilidad de reunión de más de diez personas, somos conscientes de la importancia que esta celebración tiene para las familias, pero la crisis sanitaria marca completamente nuestras vidas», según apuntaba Toni Sanfrancisco, alcalde de Benifairó.
Esta tarde la Societat musical de Faura (SJMF) formará en la plaza de la iglesia para recoger a los comunioneros; un pasacalle que exigirá el uso de mascarillas y el respeto de la distancia de seguridad establecida por las autoridades. La música acompañará a los pequeños hasta la parroquia de Sant Gil donde se prevé una liturgia sumamente limitada por las exigencias sanitarias. La necesidad de respetar los núcleos familiares, la disposición en los bancos de la iglesia de forma que no se de ningún contacto y sobretodo con los mecanismos de desinfección de manos y uso obligatorio de mascarillas son algunos de los elementos que tanto catequistas como el párroco de les Valls han trabajado de forma específica con los comunioneros.
«El pasacalle debe celebrarse bajo el cumplimiento estricto de la distancia del metro y medio; hacemos un llamamiento a toda la población para que respete especialmente la celebración de los niños. Debemos evitar aglomeraciones en esquinas y agrupaciones de gente en la plaza u otros lugares que favorezcan la socialización. Es imprescindible preservar la vida de nuestros vecinos, tanto los menores como los mayores son especialmente vulnerables en este caso», añadía el presidente de la corporación municipal.
Tras la celebración, las familias volverán a sus domicilios o se desplazarán hasta el lugar donde continuarán el festejo siguiendo las limitaciones fijadas por las autoridades.
Visitas limitadas
En esta misma línea, Benifairó vivió ayer la jornada previa a las comuniones en la que familiares y amigos visitan la vivienda de los pequeños con el objeto de compartir estos momento previos y contemplar el traje, los obsequios y demás. Un deambular que también se veía limitado e imposibilitado por la pandemia ya que resulta imprudente pasar por diferentes casas en la situación actual.
La misma circunstancia se registra este fin de semana en Quartell. Los comunioneros han visto reducida a la mínima expresión su fiesta. Ni pasacalle vespertino previo a la fiesta, ni pasacalle posterior a la misa además de limitación en la ronda de visitas a los domicilios. «Tan solo se mantiene el pasacalle de recogida de los comunioneros. El domingo por la mañana la banda de la Unió Musical les recogerá casa por casa y les acompañará hasta la iglesia. Posteriormente, la celebración eucarística se enmarca en las normas establecidas por la parroquia acordes con las exigencias sanitarias», según apuntaba Pere Campos, alcalde de Quartell
Las parroquias de les Valls han establecido un criterio de aforo sumamente estricto y responsable para evitar cualquier posibilidad de contagio social.
De este modo, al templo accederán exclusivamente la familia directa de los menores; además de mantener las habituales normas de mantener la distancia y usar la mascarilla.
