No recuerdan ninguna época peor. Con restricciones horarias, menores ingresos, los mismos gastos y unos ahorros ya menguados tras la primera oleada de la pandemia. Por ello, empresarios, hosteleros y comerciantes de Sagunt temen cierres masivos de negocios y demandan un aumento de las ayudas a los sectores más perjudicados por las últimas medidas de la Generalitat para contener la covid, pues creen que las anunciadas hasta ahora se quedan cortas.

La presidenta de la asociación de empresarios del Camp de Morvedre (Asecam), Cristina Plumed, es clara y pide que se apoye «de una forma más generosa e inmediata» a la hostelería, los comercios y sectores afectados por las restricciones, pues cree «que las ayudas creadas hasta ahora son claramente insuficientes», resaltaba tras las subvenciones autonómicas ya lanzadas y el nuevo «Plan Resistir» que tendrá aportaciones de la Generalitat, la diputación y los ayuntamientos.

En la misma línea se pronunciaba el presidente de la asociación de comerciantes Asceisyc, José Luis Doblaré, al hacer su valoración. «No son suficientes. Esa es prácticamente la misma cantidad que se puso en abril y no cubría a todos los afectados. Entonces, era solo para un mes. Ahora son 7 meses al 30% de ingresos y luego están las condiciones que no se pueden cumplir en su totalidad y te lo deniegan después de los trámites por no tener firma digital... Confiamos en la vacuna y que tengamos para todos y podamos seguir abiertos», decía.

Los gastos fijos que soportan los locales son una de las grandes preocupaciones, como destacaban desde todos los colectivos, dado que su facturación se ha desplomado. «La situación de algunos negocios es muy precaria pues, en algunos casos, no facturan nada y tienen gastos fijos importantes por lo que ayudas de 1.000 ó 3.000 euros no van a salvar sus cajas. Si no reciben esa ayuda más generosa e inmediata, muchos negocios morirán, además de que se destruirán muchos empleos y los ERTES se convertirán en ERES», afirmaba Plumed.

«Pagamos igual impuestos, además de la luz, el agua, el alquiler, cuando no ingresamos lo mismo ni sabemos cuándo volveremos a vender como antes de marzo», apuntaba José Luis Doblaré, además de considerar que «en los alquileres hay que hacer una reflexión. Es comprensible que los dueños quieran cobrar, pero seguro que les sale más rentable bajar el precio que perder un cliente porque, por desgracia, en el pueblo, locales vacíos hay por todas partes así que, si no bajan los precios, la gente acaba yéndose, como ya ha pasado en varios casos».

Lola Torrente, presidenta de la asociación de comerciantes Ciudad Sagunto, daba un paso más y se preguntaba porqué los gobernantes «no ponen límites para que, dado que no tenemos casi ingresos, podamos dejar de pagar impuestos, que no nos suban la luz o los seguros, ante el drama que estamos sufriendo».

«No demonizar sectores»

La presidenta de los empresarios, Cristina Plumed, remarca además que «no se puede demonizar sectores económicos». A su juicio: «el cierre de la hostelería y de algunos negocios, como es el caso de los gimnasios, etc..., va a hacer que su facturación se reduzca a cero, y ya arrastran una mala situación tras la reducción de aforos, además del cierre sufrido de marzo a mayo».

Mientras, el hostelero Jesús Soriano admitía que «económicamente, los negocios pequeños de este sector estamos muy mal. Dependiendo de lo que dure esto, podremos aguantar o no. La situación sanitaria es la que es pero si esto dura mucho, todo se complicará». Doblaré también opinaba que «lo peor se lo están llevando los restaurantes que sirven cenas y comidas, porque la imposibilidad de hacer cenas ya les fastidió en las fiestas y los bares aún pudieron seguir haciendo caja a otras horas». Sea como sea, todos pedían más ayudas y con urgencia.