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El Pantalán se reemplazará por otro cuatro veces más corto

El alcalde dice que se trabajará en mejorar el proyecto de la Autoridad Portuaria que EU y PP rechazan de plano

Recreación del nuevo pantalán proyectado. | LEVANTE-EMV

El Ayuntamiento de Sagunt aceptará finalmente el derribo del Pantalán construido hace 44 años a cambio de la construcción de otro nuevo de 300 metros, es decir, la propuesta que le hizo la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) el pasado 12 de marzo alegando que la estructura actual sufre importantes daños, sobre todo, después de los temporales de 2019 y 2020 que derrumbaron varios tramos.

La junta de portavoces del consistorio así lo acordó ayer por mayoría, pese a la oposición de uno de los socios del tripartito local, EU, y del representante del PP.

La decisión se tomó tras valorar las opciones dadas por la Autoridad Portuaria de Valencia, que prometió impulsar el nuevo en un plazo de seis meses. «Hemos optado desde un prisma realista, aceptar el proyecto de la Autoridad Portuaria de València y trabajar en su mejora, sobre todo en cuanto a la incorporación de elementos de patrimonio industrial», recalcó el alcalde, Darío Moreno, tras afirmar que se habían consensuado distintas posturas políticas sin hacer referencia a ese rechazo de EU y PP.

Moreno consideró además que «es importante que trabajemos en positivo para ganar un espacio para la ciudadanía y para dignificar esa parte de nuestro patrimonio industrial», por más que «la Autoridad Portuaria de Valencia ha incumplido con sus compromisos en reiteradas ocasiones, dijo en relación a que el Pantalán nunca haya llegado a ser rehabilitado, como la APV garantizó al ayuntamiento que haría en varios convenios firmados en los últimos años.

Esta opción supondrá un desembolso de unos 11 millones de euros, pues solo la demolición está presupuestada en 8 millones y luego será necesario hacer el nuevo paseo peatonal que será cuatro veces más corto que la actual estructura, que se adentra unos 1.300 metros en el mar.

Proyecto «impuesto»

Aún así, el Consell Polític de Esquerra Unida y el PP descartaron de plano la demolición con argumentos similares. De entrada, ambos defienden la rehabilitación de al menos de un tramo de 180 metros para así mantener ese vestigio industrial que singulariza la ciudad, tal y como vio posible un estudio encargado recientemente por el ayuntamiento a la empresa Ingeniería Sondeos, Estructuras y Geotecnia SL. «Esto no respeta nuestro patrimonio ni respeta la ciudad. Es un proyecto muy diferente a lo que debería ser la recuperación del patrimonio industrial. Es como si derribamos el Horno Alto y hacemos un nuevo, una absoluta locura», decía el coordinador local y concejal de EU Roberto Rovira, considerando que la APV debe cumplir su compromiso de rehabilitarlo.

Ambas formaciones también critican que el estudio de la Autoridad Portuaria «se ha hecho de espaldas la ciudad, sin consultarlo ni consensuarlo con el ayuntamiento ni con las asociaciones», en palabras del popular Sergio Muniesa.

Así, además de «exigir consenso frente a la imposición y el chantaje de la Autoridad Portuaria», EU incluso planteaba « la implicación de la sociedad civil en la recuperación del Pantalán, y que la APV pague la deuda histórica que tiene con nuestra ciudad, además de reclamar la apertura del Muelle norte, aunque sea de manera provisional hasta que esté completamente integrado», decía al margen de considerar que «asumirlo tal cual significa que el ayuntamiento acepta el incumplimiento del convenio firmado sin ninguna consecuencia... y no garantiza que la APV nos siga tomando el pelo».

El portavoz del PP Sergio Muniesa también cree que «es momento de exigir y no de claudicar a unos posicionamientos del tómalo o déjalo». Así, además de lamentar que esa obra nueva «arrasa con la memoria industrial de la ciudad», cree que se ha pasado de exigir el cumplimiento del convenio «e incluso haber pedido la dimisión del Presidente de la APV por este motivo para, ahora, bajar de nuevo el tono cuando se trata de administraciones de su mismo color político y aceptar unas decisiones que para nada se han negociado». A su juicio: «De nuevo, con la APV pasa como con Costas, la reivindicación en defensa de nuestros intereses cede a la sumisión. Mucha pancarta cuando la responsabilidad era de otros y ahora, desaparecidos».

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