Decenas de musulmanes festejaron ayer el fin de Ramadán. Una de las celebraciones más importantes para esta comunidad, que se ha visto afectada a causa de la Covid-19. «La pandemia también marca el fin del Ramadán», declaraban desde la mezquita del Port de Sagunt.
Pese a que la coyuntura actual no ha permitido ni las reuniones familiares ni con amigos, que es como conmemoran esta fiesta los musulmanes, sí que ha sido posible el rezo colectivo para celebrar el «Aíd al Fitr», el fin del ayuno.
Más de 300 personas se concentraron ayer en el campo del Biensa del Port de Sagunt, para asistir al rezo que oficiaba el Imán de la mezquita. «Ha asistido mucha gente, el campo estaba lleno», añadían desde el colectivo.
Lo mismo ocurría en los campo de fútbol de Sagunt, que acogían para esta celebración a decenas de musulmanes de la mezquita de Sagunt. Antes de la pandemia, el festejo se realizaba de forma conjunta, en un sitio o en otro, pero desde que esta apareciera, ambas comunidades han tenido que separarse y celebrarlo de manera casi simultánea por motivos de seguridad.
En ambos casos, la celebración se ha adaptado al cumplimiento de la normativa Covid.
Sin embargo, no acaban los festejos para la comunidad musulmana ya que en este mismo mes celebran otra de sus fiestas importantes, la del cordero. «El mes de mayo es un mes sagrado para nosotros», apuntan.
