El esfuerzo por mejorar la atención a los enfermos mentales ha llevado al Hospital de Sagunt a impulsar una iniciativa pionera en la Comunitat Valenciana que está dando muy buenos resultados: La construcción de una terraza de 220 m2 reservada a la planta de Psiquiatría donde ingresan los pacientes con un brote agudo de su enfermedad.
Este nuevo espacio ha permitido multiplicar las opciones terapéuticas, al permitir nuevas actividades como el cuidado de pequeños huertos, macetas y flores o ampliar las posibilidades de otras, como la gimnasia. A esto se le suma el auténtico placer que supone el poder salir al aire libre, tomar el sol o incluso aprovechar la mesa de picnic a la sombra para charlar un rato o tomar un zumo de manera relajada mientras se disfruta de unas increíbles vistas del Port de Sagunt y Canet d’ En Berenguer, con el mar al fondo. Son opciones inimaginables hace años «que están haciendo las estancias más tranquilas, más agradables, con menos ansiedad y hasta más productivas», resumía a Levante-EMV la doctora Llanos Conesa, jefa del servicio.
«Estamos muy satisfechos. El enfermo de esta unidad está bien físicamente, pero inquieto, así que necesita actividad. A veces son chavales de 18 y 19 años, que necesitan moverse. Por eso, para combatir su ansiedad, viene muy bien poder tener la terraza además de la sala y el pasillo interior. Esto les da les da más espacio para moverse, hablar y permite salir al aire libre a pacientes que antes no podíamos llevar a dar un paseo por los alrededores del hospital, aprovechando nuestra ubicación, porque eran personas con problemas sociales y no tenían a nadie que les pudiera acompañar», añadía Conesa.
Tras una inversión de unos 45.000 euros, esta terraza es solo es la punta del iceberg de la mejora que se ha dado al servicio de Psiquiatría en los últimos 6 años. «Cuando llegamos, estaba en la primera planta casi sin luz, entre la UCI y Medicina Interna. Las habitaciones eran dobles y prácticamente no había espacio para que los pacientes pudieran pasear. Le hacía falta un cambio radical», decía el gerente, José Luis Chover.
Esto hizo trasladarlo a la segunda planta, con más espacio, luz y camas en 8 habitaciones individuales, que pueden llegar a acoger a 12 pacientes. Aprovechando que la zona linda con la terraza y era posible abrir un acceso directo a ella, el equipo del hospital quiso ir más allá e impulsó ese lugar «revalorizado» aún más por la pandemia.
«Es una iniciativa absolutamente recomendable, un ejemplo a seguir», coincidían. «Esto ayuda a cambiar el concepto de la Psiquiatría, dejando claro que estamos para ayudar, no coaccionando. Los pacientes vienen con brotes agitados, con alucinaciones o delirios y salen como media a los 14 días con conductas normalizadas, habiendo trabajado aspectos psicoeducativos en una labor coordinada con la Atención Primaria y los Servicios Sociales municipales para hacer un seguimiento», decía la doctora tras admitir que, con la covid-19, la ocupación fue casi nula en la primera ola pero ha ido fluctuando «con dientes de sierra» y ahora está al 100%.
El cultivo del huerto se suma a otras actividades, como la papiroflexia, la pintura y los juegos. Para garantizar la seguridad, la terraza está acotada y los profesionales están pendientes de las salidas.
El gerente del Hospital, José Luiz Chover, muestra fotos de cómo tuvo que ir una grúa para acondicionar por primera vez parte de una terraza del centro para usos terapéuticos.
