Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La desidia castiga al Palància en Sagunt

El eje verde continúa a la espera de una mayor puesta en valor desde Sagunt al mar y de un mejor mantenimiento en zonas muy transitadas

Integrantes de Agró y vecinos, en un tramo del rio Palància próximo a la desembocadura. | TORTAJADA

El río Palància es un verdadero tesoro ambiental e histórico que en Sagunt sigue pendiente de brillar. Los siete kilómetros de cauce que van desde el núcleo urbano hasta el mar arrastran diversos problemas, con el tramo que atraviesa el casco urbano de Sagunt pendiente de regenerar, casetas ilegales aún en el delta y algo que a algunos vecinos hasta «duele» más: La falta de mantenimiento de los tramos donde la Confederación Hidrográfica del Júcar y otras administraciones invirtieron hace años más de 16,2 millones de euros.

Miguel Ángel Piqueras y otros integrantes de Agró muestran zonas degradadas. tortajada

«Es un pulmón verde fundamental. Muchos vecinos han visto su importancia tras el confinamiento y el cierre perimetral. Sin embargo, el estado de abandono impide su verdadero desarrollo», como expone Miguel Ángel Piqueras desde Acció Ecologista Agró, un colectivo que reclama un Plan de Recuperación Integral liderado por el ayuntamiento.

La desidia castiga al Palància en Sagunt

«Los márgenes del río se podían convertir en un espacio de esparcimiento; para practicar deportes como ciclismo, running o trekking en un entorno saludable. El río como garante de calidad de vida», añadía Jesús García Castelló desde ese colectivo.

Muchos deportistas ya viven el río todo el año. Sin embargo, llama la atención el escaso cuidado de las sendas y viales a ambos lados del cauce. «Hay árboles que impiden el paso, maleza que destruye la flora autóctona de ribera que se plantó en su día, además del vertido ilegal constante de residuos. Si no se solventa esta degradación, plantear una integración del río en el entramado urbano de forma sostenible resulta inútil», añaden desde el colectivo.

Junto a ello, señalaban el deterioro de equipamientos entregados hace tiempo por la Confederación Hidrográfica del Júcar: zonas de pic-nic y señalizaciones convertidos en imagen de desidia y abandono. «La diferencia entre el primer y tercer mundo no está en el equipamiento, sino en el mantenimiento. Aquí ha sido nulo, añadía el ecologista Rafa Armengot.

En un recorrido por el cauce desde Sagunt hasta el delta, el caminante se encuentra con múltiples barreras. La inexistencia de paso por el puente del barrio San José, con el riesgo que supone tener que cruzar la carretera sin protección alguna, es una de ellas. Pero, según apuntan desde Agró, el mayor peligro se encuentra en la carretera alegal que discurre entre la playa de Sagunt y la de Canet, por la que circulan multitud de vehículos; un camino sin protección para los paseantes. Por eso, los ecologistas insisten en la urgencia de atajar estos puntos negros , antes de que haya un grave accidente, y de abrir una vía alternativa no agresiva ni para el paseante ni para el entorno.

Tras formular una serie de preguntas al consistorio con tal de perfilar una hoja de ruta, desde Agró abogaban porque el consistorio aproveche las líneas de financiación europeas comprometidas con los objetivos de desarrollo sostenible. «No podemos vivir de espaldas al río», insistían, reivindicando además su valor en clave de salud. «Como ejemplo, desde el Hospital de Sagunt podríamos abrir un espacio de relax conectado con el río, una zona de descanso saludable con una arboleda para quienes deben pasar horas de espera allí. Deberíamos hacer realidad el lema ‘Riu Viu’», afirmaba Piqueras recordando además la ambiciosa ampliación de su zona industrial que está prevista al sur del Port de Sagunt.

Precisamente, ‘Riu Viu’ es el eslogan que se eligió esta primavera para una experiencia que desde el Ayuntamiento de Sagunt se prevé repetir y ampliar: Las actividades impulsadas con tal de poner en valor la zona tras una limpieza y reforestación en la que se implicaron directamente muchos jóvenes vinculados a programas del Casal Jove, así como diversas entidades de la ciudad e incluso el consistorio de Canet.

Trabajo municipal

Desde el Ayuntamiento de Sagunt se aseguraba a preguntas de Levante-EMV estar trabajando junto a otras administraciones para regenerar el tramo del río que atraviesa el casco urbano, acabar los derribos de casetas pendientes por la zona del delta, así como mejorar este último lugar y la Senda Blava con otras intervenciones incluso con grupos de voluntariado. Junto a ello, afirmaban no olvidar el necesario freno a los vertidos incontrolados y la mejora del mantenimiento. Aún así, el mismo alcalde de Sagunt, Darío Moreno, admitía que los desacuerdos sobre qué administración es la que debe asumir este último gasto están demorando estas tareas «que a menudo acaba haciendo el ayuntamiento, le corresponda o no, porque son los vecinos los que sufren el problema».

En la Confederación, desde luego tienen claro que la ley estipula que las actuaciones en cauces públicos situados en zonas urbanas corresponderán a la Generalitat o las entidades locales. No obstante, aseguraban a este diario, que dejan margen a firmar convenios de colaboración y afirman que el Ministerio está preparando una serie de ayudas directas a los municipios para que puedan actuar en tramos urbanos de cauces. Solo el tiempo dirá si la desidia tiene fecha de caducidad o no.

Compartir el artículo

stats