La concesión por más de 160.000 euros y dos años del servicio de ayuda a domicilio (SAD) en Canet d’en Berenguer le está costando más tiempo del esperado al gobierno municipal. El último retraso, «de unos dos meses», según calcula el concejal de Bienestar Social, Javier Aparicio, responde al recurso planteado por una de las ocho empresas que presentaron oferta en el procedimiento lanzado a las puertas de este verano por el ayuntamiento.
«Uno de los licitadores no lo ve claro y se remitió al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (Tacrc)» al entender que la propuesta de la adjudicataria era desproporcionada, concretamente en el capítulo de «las mejoras ofrecidas», según añade el socialista. Y es que la oferta mejor valorada «incluye 38.000 euros», en aspectos que no quedan recogidos en el contrato, como «el suministro de una cama determinada o de una silla de ruedas, la adaptación de aseos..., son varias cosas que hacen que esta empresa sea la más atractiva para el ayuntamiento», según destaca Aparicio.
Con la seguridad de que la resolución del Tacrc será favorable, «porque todo está claro», y el único lamento del «retraso», este servicio de ayuda a domicilio se sigue prestando en Canet a cerca de una docena de usuarios por parte de la empresa a la que se adjudicó el servicio en 2016 por un periodo de dos años y una prórroga máxima de otros dos, que se agotó por lo tanto el pasado ejercicio, pero que pudo seguir vigente por las circunstancias de la pandemia y por tratarse de un servicio público de esta importancia.
Nueva ordenanza
Es cierto que el actual equipo de gobierno tuvo casi un año para sacar a concurso el nuevo contrato, pero Aparicio explica que esa era su intención hasta que se encontró con la «sorpresa» de que ninguna ordenanza regulaba este servicio de ayuda domicilio. «El primer objetivo fue elaborarla y eso lo acabamos de hacer el año pasado, para ajustar la licitación a esa normativa».
Aunque este requisito no resulta indispensable, el concejal de Bienestar Social de Canet explica que «hasta el momento, la adjudicación se realizaba a criterio del técnico municipal y ahora existe un documento en el que se recogen todas estas cuestiones».
En cualquier caso y pese a estas vicisitudes en torno al SAD, Aparicio precisa que el ayuntamiento está «contento» por la actual prestación del servicio que corre a cargo de la empresa Protección Geriátrica 2005. De hecho, la colaboración entre ambas partes durante el periodo más duro de la pandemia se hizo evidente cuando el consistorio salió al auxilio de esta firma con sede en Elx, Alacant, cuando alertó de la falta de guantes, mascarillas y gel hidroalcohólico. En diferentes lotes, el ayuntamiento fue respondiendo a esta necesidad para que no peligrara el servicio.
