Adiós. El buque de Greenpeace «Esperanza» partió ayer del puerto de Sagunt donde había quedado retenido después de la protesta que llevó a cabo el pasado día 26 cuando bloqueó durante más de 8 horas el muelle gasero. Aquella ación, con la que reivindicaba el fin de los combustibles fósiles, provocó que la Guardia Civil acabara cortándole dos anclas, lo que llevó a Capitanía Marítima a impedirle la salida hasta que volviera a estar en condiciones de navegar. Además de conseguir esto último con la contratación de buzos y personal especializado, la ONG también ha tenido que garantizar su solvencia en el juzgado para hacerse cargo de la posible multa que le puedan imponer en el proceso abierto tras la detención y posterior puesta en libertad de su capitán acusado, inicialmente, de desobediencia grave a la autoridad.