Los trasvases impulsados por Costas en las playas del norte de Sagunt con tal de usar sus piedras en las obras de regeneración de la playa de Almenara han dejado un nuevo foco de preocupación: La gola de Quartell.
Esto se explica a raíz de la obra realizada justo en su salida con tal de habilitar un paso provisional sobre ella y permitir que los camiones puedan atravesarlo cuando van cargados hacia Almenara.
Como apuntaba el edil de Aguas y teniente alcalde de Almardà, Pepe Gil: «Han puesto tres pequeños tubos para permitir que el agua desagüe al mar y, hasta donde yo sé, lo han hecho por su cuenta, sin consultar al ayuntamiento o a la empresa mixta Aigües de Sagunt. Yo me temo que eso, en la práctica, sea insuficiente y que, en caso de temporal, pueda haber graves problemas e incluso inundaciones de calles y caminos», decía recordando que, en estas situaciones, «en la zona siempre se suele hacer un caballón de piedra» que bloquea la salida de la gola.
«Tras muchos años de gestiones del ayuntamiento, al fin se puso una bomba para que el agua saliera a más nivel y rompiera esa barrera pero, ahora, aunque bombeemos más tiempo, igual no es posible saltarlo», apuntaba el concejal nacionalista.
Junto a esto, Gil lamentaba que se haya recurrido a esta opción «por una cuestión de costes». «Lo han hecho para así dejar de pasar por el recién remodelado puente de la Finca de Penya, como pedía desde hace semanas el ayuntamiento al temer que la infraestructura se viniera abajo, al no estar diseñada para tanto peso. Pero tenían otra opción, que es dar un rodeo por la carretera de la diputación, pero se ve que les cuesta más caro», aseguraba.
Con tal de confirmar la posible afección a la gola, el edil asegura haber encargado un informe técnico que lo analice.
