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El plan turístico de Sagunt aboga por cobrar entrada en el Castillo

El documento, al que ayer dio luz verde el pleno, recomienda que se establezca un tique unificado para todos los recursos turísticos

Vista del Castillo de Sagunt. | DANIEL TORTAJADA

Cobrar entrada en el Castillo y el Teatro Romano de Sagunt, fletar microbuses para visitar Ciutat Vella, dedicar la Casa dels Berenguer en exclusiva a la cultura judía, explotar el turismo náutico, crear un parque multiaventura y otro para autocaravanas en las inmediaciones de la playa del Port o poner en valor la Gerencia. Estas son solo algunas de las 30 medidas de prioridad alta que prevé el Plan Estratégico Turístico de Sagunt 2022-2026, un trabajo encargado a Salto Consultores que ayer recibió el visto bueno mayoritario del pleno.

El estudio contempla algunas cuestiones novedosas y otras de las que se habla desde hace tiempo, pero no se concretan. En este caso se encuentra la recomendación de «establecer un precio público para la visita de cada recurso, incluidos los gestionados por la conselleria y el ministerio -como el Castillo y el Teatro-, dado que en muchas ocasiones lo que no tiene un coste no se valora y de este modo se cumple también el objetivo de recibir visitantes que realmente estén interesados en el monumento».

Esta posibilidad no es nueva y ya se planteó hace más de una década con motivo del curso organizado por la Universidad Menéndez Pelayo sobre la promoción del patrimonio saguntino. En ese contexto, algunos técnicos tildaron esta medida como «fundamental y necesaria» e incluso el escritor Santiago Posteguillo reconoció «no entender» que entrar al Castillo y el Teatro sea gratis. A esta teoría también se sumó Santiago Grisolía, presidente del Consell Valencià de Cultura, quien apostó en aquella época por una precio «no muy caro, más bien simbólico».

En el Plan Estratégico Turístico de Sagunt, uno de los objetivos de cobrar entrada es «la unificación en un solo tique de los accesos a todos los recursos turísticos», de tal forma que «será percibido como un elemento de valor y puede servir de reclamo en campañas promocionales, comerciales y de fidelización». El coste de esta medida es inferior a los 15.000 euros, según se estima en el documento.

En el debate plenario de ayer no se bajó al detalle, ya que solo intervino Iniciativa Porteña para anunciar su voto negativo, el único que hubo y que se sumó a las abstenciones del PP, Vox y el concejal no adscrito, contra el apoyo del tripartito (PSPV, Compromís y EU) más Cs. La portavoz segregacionista, Carolina Fuertes, explicó que «no apoyamos este plan porque se extiende más allá de esta legislatura, cuando esperamos gobernar para aplicar nuestras propias medidas. Además, hay algunas cuestiones con las que no estamos de acuerdo y los gastos de más de 4 millones de euros que contempla nos parecen inasumibles».

Consenso con todo el sector

La concejala de Turismo, Natalia Antonino, lamentó la falta de unanimidad, ya que «no es una propuesta del gobierno o de los socialistas, sino un documento consensuado con otras administraciones, el sector turístico privado y las asociaciones. El consejo de Turismo también ha dado su visto bueno , porque todos coincidimos en que es una buena hoja de ruta, que no es estática, sino que da alternativas de desarrollo a lo largo de estos años».

Sobre el gasto que implica, Antonino señaló que «una parte de nuestro trabajo es buscar subvenciones que nos permitan seguir mejorando las infraestructuras y productos turísticos, como ya estamos haciendo con buenos resultados. Hay muchas ayudas que también llegan al Puerto», insistió la socialista en respuesta a la concejala de IP.

Entre las propuestas de este plan también hay varias para la adecuación recreativa y paisajística del río Palància; la monitorización de la calidad atmosférica y acústica; la sensorización en la gestión de residuos; la instalación de paneles fotovoltaicos en las instalaciones públicas de uso turístico; la mejora de la iluminación en la Via del Pòrtic; la traducción de la web turística, que ya está en castellano, valenciano e inglés, también al francés, alemán e italiano; la instalación de mobiliario urbano y luminarias en la Senda Blava; así como la sensibilización para la limpieza y conservación de espacios naturales

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