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La sequía y el precio de la luz aceleran otra oleada de campos abandonados

Alerta de que decenas de propietarios ya han renunciado a cultivar esta temporada

Imagen de archivo de unos terrenos de cultivo abandonados en el Camp de Morvedre. | DANIEL TORTAJADA

La sequía y el aumento del gasto de electricidad en los pozos de riego con el precio de la luz otra vez en máximos históricos han disparado el abandono de tierras de cultivo en el Camp de Morvedre. Decenas de propietarios ya han comunicado a la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) que no seguirán con la producción de sus campos de cítricos esta temporada, dado que los costes de producción son «inasumibles». Así lo explica a Levante-EMV el presidente de Ascosa-Sagunt, Francisco Campillo, quien aseguraba que los «agricultores estamos con la soga al cuello».

Uno de los principales causantes de esta situación es el incremento del gasto eléctrico con los motores de los pozos de riego, una subida del 140 % respecto al año pasado, según los datos que maneja AVA-Ascosa. Esta inflación repercute directamente en el precio del agua y hay que sumarla a la sequía. «Si antes en el Camp de Morvedre nos abastecíamos para regar un 60 % del pantano del Regajo y un 40 % de pozos, ahora la proporción se ha invertido», debido a que los niveles de agua del embalse también han descendido considerablemente por la falta de lluvias. «No hay suficiente y hay que tirar de los pozos», explica Campillo.

El gasto mínimo mensual de un motor de riego en la comarca era de unos 7.000 euros, pero, en los últimos meses, ha llegado a alcanzar los 10.000, sin uso de agua. En el caso de que haya extracción, la cifra se puede disparar hasta los 18.000 euros mensuales y todo debido a un precio de la luz desorbitado, según denuncian.

Ante esta coyuntura, Ascosa- Sagunt apoya la petición de ayudas al gobierno central para paliar el alto coste eléctrico de los pozos de riego que ha solicitado AVA-Asaja en la Comunitat Valenciana. «Hace una década, parte del agua de riego estaba subvencionada por el estado, medida que retiraron y que ahora es conveniente que se vuelva a implantar. Los agricultores necesitamos estas ayudas para subsistir», reivindica Campillo.

A los altos costos de la luz se suma el de los fertilizantes y productos fitosanitarios, que, según el sindicato agrario, también han subido entre un 90 % y un 120 %. «El gasto en los tratamientos es insoportable. Ya no solo es que han aumentado su precio, sino que se han retirado del mercado los más efectivos. Con los que disponemos ahora, hay que realizar más pasadas, lo que implica más gasto», explica. «Es imposible asumir los tratamientos sin tener pérdidas», lamenta.

Precio de producción disparado

A este respecto, desde Ascosa se advierte que los costes de producción superan el precio del producto en el mercado. «El kilo de navelina o de clemenules se ha venido pagando a 24-26 céntimos, cuando los costes de producción son de 36 a 40 céntimos el kilo, teniendo en cuenta solo el gasto eléctrico de los motores y los precios de los fertilizantes, ya que de esta ecuación sacamos la mano de obra que necesitamos», explica Campillo. «Y todo sube, mientras el precio de los cítricos se mantiene intacto desde hace años», insiste.

La situación es más que «crítica. O el gobierno central pone solución con ayudas y subvenciones que nos permitan paliar los altos costes o nos veremos obligados a abandonar nuestros campos como ya lo están haciendo muchos propietarios. Es tamos muy preocupados y tenemos motivos para estarlo», termina Campillo.

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