Un invento ideado por el saguntino José Martínez ha abierto la puerta a dos logros realmente revolucionarios: Generar energía de forma barata en entornos hostiles, pero donde sí pueda haber acequias o ríos, y optimizar el rendimiento de los motores que se utilizan en cualquier fábrica.
El producto aún es un prototipo en fase de ensayos, pero ha sido presentado recientemente por una empresa valenciana en la feria Automechanika en Frankfurt, Alemania. "No hay nada igual en el mercado basado en un sistema de palancas, así que ha despertado la curiosidad y el interés de especialistas en mecánica", explicaba a Levante-EMV José Enrique Díez, responsable de la firma Cardyfren que ha creído en el trabajo de Martínez y le ha ayudado tanto a hacerlo realidad como a darlo a conocer en ese certamen.
Esa confianza en la propuesta del inventor saguntino ya hizo que Cardyfren fabricara un primer prototipo y solicitara el año pasado un test de eficiencia al Centro Tecnológico en Automoción y Mecatrónica de Pamplona. Los resultados obtenidos entonces ratificaron esas buenas sensaciones y apuntaron a unas mejoras en el diseño de las que ya se ha tomado nota, por lo que se espera que en octubre se haga otra prueba en Navarra. "Nuestras perspectivas son alentadoras. Hablamos de un sistema mecánico que puede optimizar la energía de cualquier elemento que vaya a motor entre un 20 y un 50%. Se trata de un porcentaje muy elevado pues realmente, si lográramos entre el 10 y el 15% ya sería mucho. Pensemos que, el sistema multiplica la potencia de entrada y por lo tanto el rendimiento de cualquier motor, con un porcentaje de pérdidas muy bajo, al reducir drásticamente la fricción de sus elementos. Esto puede reportar un gran ahorro en energía en las fábricas pues, con motores de menor potencia o funcionando a regímenes más bajos, puedes conseguir más potencia, lo que se traduce en un ahorro muy importante de energía".
Otra de las virtudes de este aparato es poder aprovechar las fuentes de energía naturales como ríos, canales o acequias, mar, o el viento para producir energía limpia y barata. "El movimiento que conseguimos de esta fuentes naturales podemos aprovecharlo para el mover el sistema de palancas, que conectadas a un motor eléctrico pueden generar corriente a bajo coste en lugares donde no haya posibilidad de conexión a la red eléctrica. "Aprovechando el movimiento de las aguas en una acequia o un río, se puede generar generar luz para el consumo personal o de una industria", asegura el responsable de Cardyfren.
El mismo creador del aparato, José Martínez, insistía en sus posibles usos en zonas del planeta en vías de desarrollo o que sufran catástrofes «para que puedan hacer el servicio de un grupo electrógenos». Además, destacaba su «infinidad de aplicaciones». “Se trata de un sistema que va a revolucionar el mercado. Sirve para optimizar todo lo que vaya a motor. Es como haber inventado el pistón y el cigüeñal. Vale para todo, desde una moto hasta un barco que lleva 20 pistones, "decía orgulloso recalcando que "en estos momentos, no hay nada más parecido. Es una transmisión optimizadora, desde un coche eléctrico, un patín hasta una turbina de un barco. Adaptado a una suspensión, podría recargarse una batería de un vehículo eléctrico, dándole mayor autonomía", explicaba a este diario.
En paralelo a las gestiones con el Centro Tecnológico en Automoción y Mecatrónica de Pamplona, desde la empresa Cardyfren también se está trabajando con el Instituto Tecnológico AIDIMME con intención de cotejar con ellos los resultados que obtenga el centro navarro al probar el nuevo prototipo. En esta última labor, como explicaba Díez, "incluso ha sido necesario recurrir a fórmulas matemáticas y adaptarlas a los programas de cálculo y diseño actuales para calcular las posibilidades de este aparato ya que estos programas "no contemplan el cálculo de este tipo de sistema para medir una energía optimizada a través de algo tan simple como el mecanismo clave en el invento de Martínez: Las palancas.
Se cree que el invento puede optimizar la energía entre un 20 y un 50%
"Este sistema se utilizaba antiguamente, pero luego ha sido completamente olvidado. En la industria actual los mecanismos tanto de cajas de cambios o multiplicadoras están basados en sistemas de engranajes que son menos eficientes. Por eso, muchos cuando oyen a hablar de esta máquina, tienen dudas; sin embargo, todo queda demostrado tanto sobre el papel como físicamente", apuntaba Díez, tras admitir que a él "también le costó al principio entender la filosofía de la máquina" cuando el inventor del Port de Sagunt fue a explicarle su trabajo. "Cuando captas la idea del funcionamiento del sistema, ves lo simple que es y lo ves funcionar, te das cuenta del potencial. Puede ser muy interesante cuando acabemos con su desarrollo, lo cual no es tarea fácil", reconocía José Enrique Díez.
Larga trayectoria como inventor
La trayectoria de José Martínez está marcada por diferentes logros conseguidos gracias al esfuerzo constante que siempre ha dedicado tanto al deporte como a la creación de todo tipo de inventos.
Mecánico en los años 70, luchador de grecorromana y haltera, este atleta con una tendencia irrenunciable a exprimirse la cabeza, lleva unos 30 años dedicados a crear aparatos como bicicletas y hasta un gateador.
Aunque esto último puede resultar curioso, no lo es tanto teniendo en cuenta que Martínez ha sido el impulsor de las carreras de gateo que este año han cumplido 25 años en Canet d'En Berenguer, como informó Levante-EMV. También corrió la Maratón de Nueva York a gatas y logró entonces el récord Guinness en gateo en 1994, además de lograr otra hazaña de este tipo en Móstoles, tras recorrer 565 kilómetros en 6 días sin parar.
Como su mente inquieta no para, actualmente trabaja como conductor de autobús pero sigue dando rienda suelta a su ingenio y creatividad en un taller de mecanizados situado en Rafelbunyol, al que está muy agradecido por su apoyo.
