El paro de larga duración fue uno de los índices que más se disparó durante la pandemia en el Camp de Morvedre. Con octubre de referencia, la comarca apenas tenía 2.066 personas en las listas de desempleo durante más de un año de manera ininterrumpida en 2019, pero un año después, todavía con el susto inicial del coronavirus y sin vacunas, ya rozaban las 2.800.
El pico se alcanzó el pasado año, cuando a 1 de noviembre casi había 3.950 parados de larga duración, el nivel más alto de la última década, pero, superado lo peor de la pandemia, el Camp de Morvedre cerró el último mes con menos de 2.600 personas con más de un año en las listas de Labora, lo que representa un 34 % menos que en 2021, según los datos del Servici Valencià d'Ocupació i Formació.
Un detalle más que refleja la mejoría en esta categoría tiene que ver con el porcentaje de parados de larga duración que hay sobre el total, que antes de la irrupción de la covid-19 apenas representaba un tercio (34,3 %), en el peor punto de la pandemia desde un punto de vista laboral superó con creces la mitad (56.6 %) y ahora otra vez se modera hasta quedarse en el 43,3 %. Los registros de Labora también detallan que más de 1.000 de los parados de larga duración en la comarca son mayores de 55 años.
Más de un millar de mayores de 55 años busca trabajo sin éxito desde hace más de un año
Otros detalles de esta radiografía del mercado laboral en el Camp de Morvedre se refiere al nivel formativo de los desempleados. Más de la mitad es gente que, sin título de graduado escolar, posee alguna capacitación en la primera etapa de Secundaria, mientras que, en el otro lado, apenas cinco parados cuentan con un doctorado universitario.
Sube el paro y baja la contratación
Más allá de estos pormenores, Labora deja la cifra de parados en el Camp de Morvedre en las 5.985 personas, apenas una veintena más que el mes pasado, pero un millar menos que a estas alturas de año en 2021. Del total, poco más 1.000 son de nacionalidad extranjera, mientras que un 60 % son mujeres y casi tres cuartas puertas tuvo su último empleo en el sector servicios.
En cuanto a la contratación, octubre se cerró con algo menos de 3.000, cerca de un centenar por debajo del anterior ejercicio, según siempre las cifras oficiales de Labora. Casi ocho de cada diez de estos nuevos empleos se generaron en los servicios y muy por detrás se quedan la industria (11,5 %), la agricultura (7,7 %) y la construcción (3,1 %). Otro detalle de esta contratación es que casi la mitad se trataba de ocupaciones elementales, una cuarta parte eran camareros y vendedores, mientras que cuatro tenían el nivel de gerente o director general.
