Santi Hernández, ingeniero de pista de Marc Márquezasegura que aprende "más" él del piloto de Cervera que al revés, pese a que como hombre de confianza es el primero al que acude el vigente campeón del mundo de MotoGP para comentar una sesión de entrenamiento, de calificación o una carrera.

"Marc cada día me sorprende. No soy yo quién le tiene que decir qué tiene que mejorar. Es un piloto que está en un constante aprendizaje y es capaz de aprender de sus errores. A veces, aprendo más yo de él que él de mí, y eso es bonito también", aseguró Hernández en declaraciones facilitadas este miércoles por el equipo.

Y es que además del trabajo en la moto y en la pista, el ambiente es bueno cuando no hay carreras y ello se traslada al equipo. "Normalmente hablamos una vez por semana, pero en el grupo de Whatsapp del equipo casi cada día hay algún mensaje. La comunicación que tenemos diría que es buena y simpática. Es bueno también hablar de otras cosas que no sean las motos", esgrime el ingeniero.

De momento, Márquez abrió el Mundial con una segunda posición en Catar, sólo por detrás de Andrea Dovizioso (Ducati), pese a salir de una operación y larga recuperación en el hombro. Y, en parte, gracias a la mejora de Honda en cuanto a aceleración y velocidad punta.

"Como bien dijo Marc, el nuevo motor nos ha podido ayudar a tener una velocidad punta mejor y una mejor aceleración, que eran los puntos donde hemos estado sufriendo más estos últimos años. Se ha visto que estamos más cerca de las Ducati y hemos superado a otras marcas, y eso es importante", celebró Hernández.

Pero este destaca de esta carrera inaugural del Mundial el buen trabajo de Márquez, pese a no estar seguramente al cien por cien a nivel físico. "He sido muy prudente cuando me han preguntado a qué nivel estaría Marc en la primera carrera pero, dentro de mí, no dudaba que incluso pudiera luchar por la victoria", apuntó.

"Marc nos demuestra cada día que es un luchador y que ante las adversidades se crece. Interiormente, no tenía ninguna duda, sabía que Marc podía hacer una gran carrera como la que hizo", se sinceró el ingeniero del Repsol Honda.

No obstante, cree que cada año el Mundial es "más difícil". "Tanto las marcas, como los pilotos e incluso el campeonato hacen que todo esté más apretado. Cada vez hay pilotos con más experiencia, jóvenes que han llegado y que van aprendiendo, también hay que tener en cuenta a los pilotos de siempre", recordó.

"Está claro que, aunque a veces se piense que es fácil, ganar el Mundial es algo muy difícil porque está muy reñido. Lo importante es ser constante y saber jugar tus cartas cuando tienes que jugarlas, sin precipitarte", agregó al respecto Santi Hernández.

De cara al Gran Premio de Argentina, de este fin de semana, considera que el de Termas de Río Hondo es un circuito que "siempre" se les ha dado bien. "Como en todos los circuitos, hay que seguir trabajando e intentar no cometer errores. Tanto Marc, con su pilotaje, como nosotros tenemos que dar el máximo y después del 'warm-up' ya valoraremos hasta dónde podemos llegar", manifestó.

"Hay carreras que, aunque a priori sean favorables, no estás para ganar y hay que saber aceptarlo y no cometer errores. Como he dicho antes, en este Mundial hay que ser constantes y sacar el máximo partido en todas las carreras", argumentó el ingeniero.

"Antes había rivalidad, pero no tantos intereses"

Por otro lado, rememoró sus tiempos trabajando para Álex Crivillé, el primer y único español capaz de ganar el título en los 500cc. "De pequeño, las motos estaban muy presentes en casa y tener la oportunidad de trabajar en un equipo como el Repsol Honda y además hacerlo con un piloto que para mí siempre había sido un referente y un ídolo, la primera sensación y el primer recuerdo que tengo es de muchos nervios, como un fan que vive su sueño", subrayó.

"He tenido muchos momentos buenos, pero uno que recuerdo como algo muy muy positivo ha sido el poder trabajar con Álex, un gran piloto en aquella época y sobre todo una gran persona. Me quedo mucho en cómo te trataba, cómo trabajaba, especialmente cómo te hacía sentir partícipe del grupo. Poder formar parte de aquel equipo que abrió un poco el camino al resto de pilotos que han ido subiendo a MotoGP me hace sentir muy orgulloso", confesó sobre el catalán, de quien fue técnico de suspensiones.

No obstante, admite que la época de 500cc con Crivillé no se asemeja en nada a la actual porque "todo ha ido evolucionando". "Antes había rivalidad, pero no tantos intereses. Entre mecánicos, equipos y pilotos había una unión más de amistad, no tan de rivalidad. Hoy en día, se ha profesionalizado tanto, que el ambiente que se respira no es el mismo. Antes había una comunión entre todo el mundo más amable, en cambio hoy en día todo el mundo está pensando sólo en el objetivo, en ganar", lamentó.