El Circuit Ricardo Tormo de Cheste vivió ayer una jornada para la historia, con lleno en las gradas y dos nuevos campeones del mundo con pasado formativo en València, ya que Pecco Bagnaia estuvo dos años claves de su carrera en el Aspar Team y el español Augusto Fernández se formó un año en la Cuna de Campeones, de donde también salió Izan Guevara que ya llegaba como campeón de Moto3 y que celebró su título con un nuevo triunfo.

Augusto Fernández fue el primero en cumplir con su deber y no tuvo ni que esperar al final de la carrera para proclamarse campeón del mundo de Moto2, ya que el japonés Ai Ogura, que llegaba a 9,5 puntos de distancia, se cayó poco antes de la curva de la afición tras seis vueltas de carrera y cuando peleaba el primer puesto por detrás de Tony Arbolino. Ya sin presión, el piloto mallorquín de origen madrileño, que se estrenará mañana con una MotoGP en Cheste, celebró el título con un nuevo podio, al acabar segundo por detrás de Pedro Acosta, ganador de la carrera, y por delante de Tony Arbolino, tercero.

«Ha sido muy difícil. He ido bien todo el fin de semana, pero esas ocho primeras vueltas han sido horribles. Estaba un poco frustrado, porque sabía que tenía un ritmo mejor, como luego se ha visto con Acosta, y sabía que no podía entrar en todas las guerras. Me han pasado mil cosas por la cabeza hasta que se ha caído Ogura. Me sabe mal por él, por la buena temporada que ha hecho, pero después de su caída me he podido soltar y me ha dado igual todo. He intentado ir a por la victoria hasta el final y he disfrutado de la carrera. Quería ganar, pero no quería acabar fuera del podio».

En la celebración dijo que intentó «saltar al público, pero estaba muy cansado y no me daban más las piernas. Me he cansado más en la celebración que en la carrera. Sabíamos lo que podíamos hacer si nos daban la oportunidad. Todo ha sido luchar y trabajar, aprovechando nuestras oportunidades, y aquí estamos».

En cuanto a sus cuentas para lograr el título, reconoció que «era consciente, cuando él se ha puesto segundo y yo quinto, creo, que era el límite que podía permitirme. Ha sido horrible, horrible. No sabía qué hacer, si apretar o si aguantar y quedarme ahí. Confiaba también en que Pedro ganara la carrera y eso complicara a Ogura. Yo que sé. Muchas cosas. Estaba cagado...», manifestó entre sonrisas.

El nuevo campeón del mundo de Moto2 se formó un año en la Cuna de Campeones, en la categoría de Minimotos en 2007. Con él, son ya nueve los pilotos que salieron de la Cuna y han llegado a ser campeones del mundo, aunque después tuvo una etapa más larga de formación con Chicho Lorenzo.

Bagnaia, por su parte, no tuvo problemas para sentenciar el título de MotoGP. Solo una victoria de Quartararo y no acabar entre los 14 primeros le habrían hecho perder el título y no ocurrió ni una cosa ni otra. El francés fue cuarto y Bagnaia noveno, para lograr un nuevo título para Ducati 15 años después y tomar el relevo de Valentino Rossi como campeón italiano en la categoría Reina. Con el de Tavullia celebró el título, pero también con el Aspar Team, en agradecimiento a los dos años con el equipo y a la apuesta que hicieron Gino Borsoi y Jorge Martínez Aspar por él. Con ellos, en 2015 y 2016 logró 10 podios y dos victorias con Mahindra y recuperó la confianza que había perdido en su primera experiencia en el Mundial. Con Aspar probó también su Ducati de MotoGP en 2016. Y ahora es campeón. «Lo he celebrado con Aspar porque mi etapa con ellos fue muy importante en mi carrera», dijo Bagnaia.