La Comunitat Valenciana combina en las vacaciones de Semana Santa y Pascua el doble atractivo de ser un destino turístico de playa con el hecho de ser el escenario de solemnidades y actos religiosos tan genuinos como conmovedores.

Las tradiciones religiosas de Semana Santa más antiguas de la Comunitat se retrotraen a la Edad Media como en los casos de Gandia, Sagunt o Llíria. Además, los tronos e imágenes que se procesionan son auténticas obras de arte como las de Crevillent u Orihuela. Por ende, hay actos únicos respecto a otros lugares de España como la Subasta de los Pasos de Sagunto, la Rompida de la Hora de l’Alcora, el Domingo de Resurrección de Torrent con la figura de la Reina del Encuentro, el colorista Desfile del Domingo de Resurrección en València con los hermanos y cofrades descubiertos, la impresionante Procesión de las Palmas en el Domingo de Ramos en Elche o el Encuentro o procesión de les Cortesies de Xàtiva, que se celebra el Miércoles Santo. Aunque en Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla-León se han popularizado estas fiestas religiosas, desde finales de los años 80 ha calado una cultura de puesta en valor de nuestra Pasión y Cristo en toda la Comunitat Valenciana además de su patrimonio cultural.

No en vano, nuestra Semana Santa deja momentos imborrables como el traslado procesional del Cristo del Salvador a la playa para recordar a los difuntos del mar el Viernes Santo por la mañana o la Solemne Procesión del Santo Entierro en la Semana Santa Marinera.

En la provincia de Alicante, tanto Crevillent como Orihuela han logrado la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional para sus solemnidades. En Orihuela, quizá el acto más impresionante es la Procesión del Santísimo Silencio del Jueves Santo en la que participan unos 8.000 nazarenos y 1.200 músicos. Además, destaca la figura del Caballero Cubierto; pasos como La Diablesa, de 1696; las obras del escultor Francisco de Salzillo; y tradiciones como la Centuria Romana y el mágico sonido de las trompetas «gemelas».

Por su parte, la Semana Santa de Crevillent también es de Interés Turístico Internacional. En la madrugada del Viernes Santo, La Morquera es tomada por el público para presenciar con fervor el abrazo entre la madre y el hijo durante la procesión de camino del Calvario. Con el atardecer la solemnidad cubre las calles, con la procesión de la Muerte de Cristo, donde los pasos del escultor Mariano Benlliure jalonan tramo a tramo las calles del centro de la villa invadidas por un absoluto silencio que solo es roto por cantos de la pasión. En València, Sagunto y Alzira tienen la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional para sus solemnidades. Desde finales del siglo XV, hasta nuestros días la Cofradía de la Purísima Sangre de nuestro Señor Jesucristo de Sagunto, conmemora la pasión y muerte de Jesucristo, siendo una de las más antiguas de toda España. La Subida al Calvario, la Subasta, el Sermón del Desenclavament y el Santo Entierro son sus rasgos característicos.

En cuando a Alzira en el Santo Entierro desfilan más de 7000 cofrades pertenecientes a las 18 Hermandades y Cofradías, con 25 pasos procesionales. Por ello, la procesión general del Viernes Santo moviliza a más de 50.000 personas entre conciudadanos y visitantes. Este acto singular mezcla la majestuosidad de los pasos, el desfilar austero de las secciones penitenciales, el tradicional reparto de peladillas y caramelos de miles de hermanos y cofrades; y el acompañamiento de las bandas de tambores, timbales y bombos, junto con las bandas de música.

En Gandia, la alcaldesa Diana Morant, acompañada por el regidor delegado de Semana Santa, Ciro Palmer y la presidenta de la Junta Mayor de Hermandades de la Semana Santa de Gandia, María José Martí, dieron recientemente todos los detalles sobre el expediente para solicitar la declaración de Interés Turístico Nacional para la Semana Santa de Gandia. Esta fiesta destaca por su arraigo ya que se tiene constancia de la existencia de la Cofradía de la Sangre en el siglo XIV, al tiempo que hoy la capital de la Safor acoge 45 procesiones, traslados o Vía Crucis que se realizan durante la Semana de Dolor y la Semana de Pasión. Todo ello con la presencia de más de 5.000 Cofrades adscritos a 18 Hermandades.

En l’Horta, la Semana Santa tiene también gran presencia en Alboraia; en Benetússer, con las representaciones de la Pasión y Muerte de Cristo a cargo de actores amateurs del pueblo en la plaza y en otros espacios públicos; y en Moncada, con el Misterio de la Pasión, que también está declarado de Interés Turístico Nacional.

En cuanto a Torrent, solo el Encuentro Glorioso, en el impresionante Domingo de Resurrección, reúne a 4.500 cofrades y hermanos, de los 17 colectivos que rememoran el martirio de Jesús. La capital de l’Horta Sud le ha dado un realce multitudinario a estas tradiciones, reconocidas como Fiesta de Interés Autonómico desde 2009.

En Castelló, la Passió de Borriol y els Tambors de la Passió d’Almassora sacan a las calles a miles de personas, lo mismo que la Tamborrada de l’Alcora, famosa ya en toda España. En Vinaròs, la programación religiosa se inicia con la Trobada de Bombos i Tambors.

Sant Vicent Ferrer

La Vall d'Uixó dedica sus fiestas patronales a Sant Vicent Ferrer que están declaradas de Interés Turístico Nacional. El programa es muy amplio y hay una feria agrícola, comercial y de vehículos. También bous al carrer y actos religiosos.

València festeja a su copatrón el próximo 29 de abril y no faltarán las representaciones de Els Miracles. No hay que olvidar que 2019 fue declarado por el Consell como el Año de Sant Vicent Ferrer, lo que ha motivado una amplia nómina de actividades. Por su parte, Llíria rememora con una gran romería aquella tradición por la que el santo hizo brotar una caudalosa fuente en el paraje natural de Sant Vicent.

Moros y Cristianos de Alcoi

Por último, en Alcoi, también bien entrada la primavera se celebran las Fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Jorge: los días 4,5 y 6 de mayo. Estos festejos están declarados de Interés Turístico Internacional desde 1980, y son considerados la cuna de tantas y tantas fiestas que se celebran a lo largo y ancho de la Comunitat Valenciana, para evocar las guerras entre sarracenos y templarios.