Vivimos y educamos a nuestros hijos deprisa. Queremos que hablen inglés, ruso, chino..que jueguen al fútbol, que hagan teatro y sean buenos en todo.Los preparamos para el futuro , para que tengan un buen trabajo, una buena casa , un buen coche. Pero no los educamos para jugar en libertad, para aprender a relajarse, para detenerse ante un amigo y simplemente hablar y escuchar -se . Gracias a Momo, de Micheal Ende, hemos encontrado la fuente de inspiración para dar cuerpo a esta idea. Quién mejor para dar valor al verbo escuchar?

La novela original de Michael Ende es una crítica social sobre las sociedades modernas contada como cuento de hadas. Destaca el valor de las relaciones personales. Contrapone el aprovechamiento máximo del tiempo de las sociedades modernas , que sólo persiguen el consumo insaciable de los bienes que producen, y que las terminan destruyendo