La voz de la Marina Rossell, cálida e intensa como pocas, es su huella más personal e identificable.

Más ponderada a medida que pasan los años, adquiere matices, se enriquece y se nutre de las vivencias musicales y de nuevos horizontes. En 1974 comenzó a cantar, e intervino en las primeras partes de Lluís Llach y Ovidi Montllor. La Marina fue la voz de la transición, la de una generación que Cataluña no dio ninguna otra, o al menos, no de su grandeza y duración en el tiempo. Desde 1976 hasta ahora ha registrado veinte trabajos discográficos, algunos de estos con distribución internacional: EEUU, Europa: Francia, Alemania, Inglaterra, Portugal, Bélgica, hasta Japón o Sur América: Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay ...

Ha colaborado y grabado con muchos autores / as e intérpretes, entre los que cabe destacar Moustaki, Montserrat Caballé, Lila Downs, Miguel Poveda, Angelo Branduardi, Tete Montoliu, Luis Eduardo Aute, Carlos Cano, Marc Parrot, Santiago Auserón, Paco Ibáñez, Manzanita, Maria del Mar Bonet, Toti Soler, Pedro Guerra, Roger Mas, el multinstrumentista argentino Pedro Aznar, Kepa Junkera, Sérgio Godinho, María Dolores Pradera o el grupo Mishima.