Con la llegada del otoño muchos aprovechan para preparar algunas de las recetas más clásicas de esta época del año, con ingredientes de temporada. Entre estos, uno que sobresale son las setas, que proliferan en los campos de toda España con la llegada de las lluvias y que son fundamentales para algunos de los más deliciosos platos de nuestra gastronomía.

Entre otras ventajas, las setas permiten jugar con su enorme variedad de clases a la hora de elaborar distintas creaciones culinarias. Existen innumerables tipos de hongos diferentes (siempre teniendo cuidado con los no comestibles) y con ellos se pueden preparar infinidad de platos de distintos sabores.

En las siguientes líneas repasamos los tipos principales de setas y sus aplicaciones más habituales.

Setas de cardo. Shutterstock

1- Seta de cardo

Uno de los tipos de seta más comunes, que aparece además durante prácticamente todo el año. Su carne esponjosa es todo un manjar, y cocinarla es muy sencillo, siendo perfecta en distintos platos elaborada a la plancha o al horno. Uno de los platos más típicos en los que puede añadirse son las patatas a la importancia con setas.

Níscalos. Shutterstock

2- Níscalo

Un clásico de la gastronomía española por su característico sabor suave. De color anaranjado y superficie lisa, es perfecta para preparar platos a la brasa, y salteados con otras verduras. También se puede hacer frita o en escabeche.

Rebozuelos. Shutterstock

3- Rebozuelo

De color amarillo oscuro, forma peculiar (algo más plana de lo habitual en su parte ancha) y olor afrutado, es una seta ideal para preparar guisos de carne. También puede comerse cruda.

Setas shiitake. Shutterstock

4- Shiitake

No muy conocida en España hasta hace pocas décadas, ha logrado implantarse gracias al auge de la comida asiática, ya que, por su procedencia china, es un clásico de la gastronomía oriental. Su aspecto es marrón oscuro, se puede comer tanto cocinada como cruda, y entre otras aplicaciones, recomendamos probarla en woks o en sopas.

Boletus. Shutterstock

5- Boletus

La gastronomía europea incluyó tiempo atrás una de las setas más habituales, de pie grueso, sombrero ancho y color blanco. Su sabor es más dulce que el de otras variedades. Se puede preparar al horno, a la plancha, o incluso cruda. Recomendamos probarla en un delicioso revuelto de hongos.