Las 'birles' es un juego parecido a los bolos pero que tiene unas peculiaridades que lo hacen diferente. Si en los bolos gana el que derriba todas las piezas, en este juego tradicional valenciano vence el que deja en pie una de las seis 'birles'. Otra de las diferencias es que mientras que a los bolos se juegan con una bola esférica, en las 'birles' se derriban con los 'motxos', una especie de objeto con una forma casi ovalada. Por último, en las 'birles' el 'motxo' no se lanza rodando mientras que en los bolos la bola rueda por el suelo. Además, las 'birles' se juegan al aire libre sobre un rectángulo de tierra que mide entre 10 y 12 metros mientras que una partida de bolos se disputa en una sala. De ahí que los practicantes del juego valenciano lo denominen los «bolos de carrer».

El juego de «birles» está incluido en la Federació Valenciana de Jocs i Esports Tradicionals. Àngel Gómez, el seu presidente, afirma que lo practican «unas 250 personas federadas que practican este juego con cierta regularidad. Fuera de la Federación hay grupos en diferentes pueblos que juegan a las ´birles´ y que participan en alguna jornada de promoción».

Alicante, Castelló y València tienen tres competiciones diferentes y en noviembre se disputa la Copa Federación para la que se clasifican los mejores de cada provincia para dilucidar un campeón.

Para jugar, según Gómez, se necesita «en primer lugar una explanada libre de piedras y obstáculos de unos 10 o 12 metros de largo y unos 2 metros de ancho como mínimo. Después necesitamos 6 ´birles´ -que en la zona del interior de Castelló las llaman ´mirlos´ y en Alicante ´birlas´- y 3 ´motxos´». Puede haber hasta tres «home bo» encargados»encargados del control de la partida , con las funciones de control de línea o lanza- miento (juez de campo), anotador y plantador.

Las 'birles' requieren sobre todo habilidad y puntería porque la fuerza es un elemento secundario

Las 'birles' necesitan puntería y mucha habilidad porque «la fuerza es algo secundario», afirma Gómez.

El presidente de la Federació Valenciana de Jocs i Esports Tradicionals argumenta que este juego «corre peligro porque hubo un corte generacional. Actualmente la mayoría de los jugadores tiene más de 60 años y hay muy poca gente joven. Algunos clubes tienen niños y realizan actividades para éllos, pero hoy en día tienen tanta carga de tarea que no van mucho. Evidentemente hay un gran peligro de que con el paso de los años las «birles» desaparezcan porque la gente que juega es mayor y por ley de vida irá desapareciendo».

Ángel Gómez se queja de que la Administración valenciana no hace demasiado por juegos tradicionales autóctonos como las «birles». «Se debería hacer más. En algunas épocas se ha apoyado el temas de los juegos tradicionales, pero después por el cambio de personas ese apoyo ha ido desapareciendo. Según la mesa que visites hay una persona que te ayuda o no. El cambio de estos dirigentes hace 3 o 4 años provocó que la Administración valenciana se haya convertido en menos receptiva. Ahora esperamos que se nos ofrezca una mano, pero una mano efectiva. La Federació tiene una escuela que realiza muchas actividades mientras que lo que recibimos es muy poco», concluye Gómez.