S i hay algo que se convierte en auténtico tesoro durante las largas y calurosas jornadas de verano es el agua. El calor abrasador empuja a la búsqueda de oasis de frescor ya sea en forma de playas, piscinas o ríos. Los vecinos de Castielfabib lo saben muy bien y pueden sentirse orgullosos por contar con uno de los rincones más vírgenes y deseados de la cuenca mediterránea: los estrechos del Ebrón.

El paisaje está jalonado de vegetación propia de los bosques de ribera

El río Ebrón es una afluente del Turia y a su paso por este singular municipio del Rincón de Ademuz y por el Cuervo, ya en la provincia de Teruel, cincela un valle lleno de pozas, cascadas y estrechos que se ha convertido en una de las rutas más recomendadas del interior de la provincia de Valencia y también de Aragón. Motivos no le faltan, el agua fluye lentamente por un recorrido de algo más de 19 kilómetros plagados de rincones habilitados para el baño. Hay puentes, escaleras labradas en la piedra y algunas zonas están salvadas con una vía ferrata de muy poco dificultad.

El agua es cristalina y ha labrado durante milenios las paredes de roca

La joya de los estrechos se sitúa ya en el término municipal del Cuervo, una magnífica piscina natural entre dos paredes verticales de roca. Con una profundidad media de unos 1,2 metros aproximadamente, el agua está fresquísima y limpia. El baño es totalmente seguro y hay pasaleras permiten salvar la piscina natural o, incluso, acceder al baño.

La ruta está totalmente señalizada y arranca en el aparcamiento señalizado, junto a una antigua piscifactoria que refleja la importancia del río y su aprovechamiento para los municipios de la zona. Desde ahí hay que seguir a pie el cauce del río hacia su nacimiento. El inicial valle amplio va cerrándose en angosturas hasta llegar a la piscina natural y las mejores pozas de todo el recorrido. Más adelante, hacia Tormón, el río ha labrado una formación rocosa muy singular en forma de arco que precede a la que muchos consideran una de las joyas del Ebrón, la cascada de Calicanto. Situada muy cerca de la carretera que une los municipios de Castielfabib, el Cuervo y Tormón, el río desciende por una pared repleta de musgo y vegetación.