Nos puede parecer extraño visto ahora, pero no fue hasta finales de la década de los noventa del pasado siglo XX cuando se comenzó a elaborar vinos 100% Bobal con crianza en barrica de roble. Y no solo eso, sino que incluso fueron insólitos los tintos jóvenes monovarietales de esta casta autóctona de la DOP Utiel-Requena los que hasta entonces habían sido embotellados y etiquetados, cuando su destino era tan solo la venta a granel.

Félix Martínez Roda era un joven enólogo cuando en 1998 propuso en la bodega familiar hacer un Bobal de guarda con doce meses de barrica, contraviniendo todos los tratados de enología que advertían que la Bobal «no era apta para la crianza». Su padre, Francisco Martínez Bermell, era un hombre abierto a todo, siempre le dejó experimentar, pero estaba seguro de que no arriesgaba, de que saldría un buen vino cuidando la Bobal en el campo, haciendo selección de uvas y elaborando bien. Enseguida vieron su carga frutal, su cuerpo y estructura, su excelente frescura. Cuando salió al mercado este primer Casa Don Ángel tuvo buena repercusión en prensa especializada a nivel nacional y se exportó bien desde el principio pero, como ocurría entonces, la alta restauración valenciana solo quería ´riojas´. La Bodega Vera de Estenas está ubicada en la Finca Casa Don Ángel, en el término de Utiel, y es propietaria de una de las galerías, o «cuevas», que horadan el subsuelo del casco histórico de la Villa de Requena. Hace poco que han efectuado mejoras en su acondicionamiento, por lo que el lugar resultaba ideal para organizar una cata vertical, el mismo vino en sucesivas añadas, comenzando por la más reciente de 2014 hasta aquel primero de 1998. El objetivo era comprobar tanto la calidad de conservación, como su capacidad de evolución.

Con posterioridad a esa fecha hemos catado el Casa Don Ángel de 2014. Presenta un bonito color granate, aroma de buena intensidad a frutas negras maduras, violetas, balsámico, con recuerdos a especias dulces y evocación mineral. Tiene buena entrada de boca, con buenos taninos todavía por pulir, equilibrado, con estructura, buena acidez, con un final suavemente amargoso. Después de una larga aireación probamos el 2006, que presenta un color casi idéntico al anterior, incluso el ribete, nada evolucionado, muy Bobal. En el aroma aparece el bouquet que solo da el tiempo. Recuerdos a fruta confitada, orejones, pan de higos, hoja de tabaco, sensación mineral, de gran complejidad. Sedoso en el paladar, tanino pulido pero con vida por delante, intenso, estructurado, llena la boca, amable con potencia y todavía en desarrollo. Larga vida a la Bobal.