A finales de enero los 9 productores de cava agrupados bajo la marca Corpinnat (Gramona, Llopart, Nadal, Recaredo, Sabaté i Coca, Torelló, Huguet Can Feixes, Júlia Bernet y Mas Candí) anunciaron que abandonaban la DO Cava. Después de las convulsiones que han sacudido al sector en diferentes momentos de los últimos años no habría de sorprender este nuevo episodio, pero el caso es que se trata de un duro golpe para la DO, ya que entre los que se van se encuentra la élite del Cava, con algunas de las bodegas emblemáticas que más han trabajado las largas crianzas.

Tras un año de negociaciones no ha sido posible el acuerdo para permanecer en el Consejo y mantener la marca Corpinnat, creada con el fin de resaltar la calidad con una normativa limitada al territorio central de la comarca del Penedés. Entre las exigencias están el cultivo ecológico, crianza mínima de 18 meses, vino base de elaboración propia, no producción de marcas blancas o establecimiento de un precio mínimo de la uva.

Una de las recientes incorporaciones ha sido la bodega Júlia Bernet, empresa familiar de viticultores que en 2002 dieron el salto a la elaboración para hacer 40.000 botellas/año. Desde el principio cumplían todos los requisitos de la nueva marca de espumosos por lo que, aunque no haya sido una decisión fácil, han optado por esta vía.

El Júlia Bernet Brut Nature R-130 está hecho con Xarel·lo de 2013 y ha tenido una permanencia mínima en rima de 48 meses. Es de color amarillo con reflejos dorados y aromas que recuerdan la fruta fresca (manzanas), cítricos (hoja de limonero), bizcocho y frutos secos. En boca es cremoso, cuerpo medio, frescura cítrica, con un final donde se reúnen notas de frutos secos tostados y de bizcocho de limón. Un espumoso de los que apetece tener siempre una botella fría en la cubitera, a la espera de liberar su efervescente contenido.