Muchos de nuestros hábitos, aficiones y rutinas se han visto trastocados estas últimas semanas a consecuencia de las medidas adoptadas para frenar el avance del Covid19. Personalmente, la costumbre de visitar restaurantes y pequeñas tiendas donde descubrir nuevos vinos ha tenido que ser «aplazada hasta nueva orden», aunque todavía quedan reductos por explorar y seguir disfrutando de la experiencia de descorchar vinos desconocidos que muy posiblemente ganen fieles seguidores después de esta crisis sanitaria. Hablamos de los supermercados, esos establecimientos que durante los últimos días han vivido imágenes insólitas de colas y grandes acopios y que siguen escondiendo en el lineal de vinos algunas joyas enológicas producidas en la Comunitat Valenciana.

En casa, nuestro supermercado de cabecera es Consum, donde estos días he encontrado vinos valencianos bien valorados como los tintos Mestizaje (Mustiguillo) o Les Alcusses (Celler del Roure), dos etiquetas que no deben faltar en la bodega de cualquier aficionado al vino. Pero el lineal también esconde joyas de otros productores valencianos como Enrique Mendoza (muy interesante el tinto La Tremenda), Daniel Belda (con su nuevo crianza) o Antonio Arráez, cada vez más presente en el super con las gamas Jau-Ja y Canallas, el Hu-Ha y ahora también el Mala Vida, tinto de media crianza que celebra este año su décima añada en el mercado.

Las grandes bodegas valencianas tienen, como es lógico, mayor protagonismo en el lineal. Vicente Gandia ofrece distintas referencias de las gamas El Miracle, Castillo de Lliria y Hoya de Cadenas (el Reserva Tempranillo sigue estando muy bueno); al igual que Murviedro, con su línea «Colección» y el Cepas Viejas Bobal; Coviñas (muy bien representado con los Enterizo), La Viña (Juan de Juanes e Icono); La Baronía de Turís o Reymos.

Entre los cavas, Pago de Tharsys y Dominio de la Vega ofrecen algunas referencias básicas, pero la oferta todavía no es tan variada y significativa como en los vinos.

Seguramente en su supermercado más cercano la propuesta en materia de vinos cambie ligeramente en función de la representación que tengan los productos locales, pero es más que probable que, a poco que se atreva a probar, encuentre alguna pequeña joya escondida que le arranque una sonrisa en estos días de incertidumbre.