Las olas de calor que afectan a la península Ibérica se pueden clasificar en cinco tipos. Cuando tenemos el anticiclón a 500 hPa situado encima del Mediterráneo y un surco en la mitad oeste de la península Ibérica se produce un importante incremento de las temperaturas de la mitad este de España; así, lugares como Zaragoza o Lleida pueden superar los 40 ºC, pero también tenemos que otras ciudades menos acostumbradas al calor, tales como Girona o Inca, en el interior de Mallorca, pueden superar los 40 ºC, como sucedió el 22 de julio de 1983, cuando Girona llegó a 41 ºC. Cuando tenemos el anticiclón centrado sobre el oeste de la península en altura (500 hPa) y, en cambio, tenemos un anticiclón de las Azores en superficie que engloba la península con una depresión térmica en el interior, entonces las temperaturas más elevadas se producen en el interior, Meseta sur, Extremadura, Andalucía y Galicia. El tercer tipo de ola de calor es la que afecta a más lugares de la península, con el eje del anticiclón en niveles altos sobre el centro peninsular y pantano barométrico en superficie. Es el caso de la ola de calor de 2003, que registró la persistencia de temperaturas altas en gran parte de España en muchas décadas, aunque los valores máximos no fueron muy elevados con la excepción de algunos lugares de la fachada mediterránea. Así, Girona llegó a 42,5 ºC el día 13 de agosto; es el valor más elevado de su serie, iniciada en 1884. Cuando el anticiclón se encuentra tanto en superficie como en niveles medios de la troposfera sobre Europa, entonces tenemos un flujo de vientos del sur: es el cuarto tipo. En estos días el área más afectada por la ola de calor es la fachada cantábrica. Por eso la costa norte de la península puede tener en este contexto sinóptico temperaturas máximas muy elevadas, superiores a 35 ºC, incluso a 40 ºC en algunos lugares, tales como Bilbao. Un tipo particular de ola de calor es el quinto. Así, cuando tenemos un flujo de aire del oeste las temperaturas se disparan en lugares próximos de la costa catalana, valenciana y murciana, especialmente las dos últimas. En este caso el anticiclón se encuentra con eje oeste-este centrado más al sur de la península y se produce un fuerte calentamiento del aire después de atravesar el sistema Ibérico.