En su comentario de este fin de semana (boletín Exit Express.com), Rosa Olivares incide en uno de sus temas favoritos: la defensa de la mujer. Para que os hagáis una idea de sus intenciones, bastará con que leáis las primeras líneas del texto: «La historia oficial está llena de engaños y de falsedades? por no decir engaños y mentiras. Nos queda la duda siempre de dónde está la verdad, de quién miente, de si hubo intención o si solamente hubo ocasión. No se puede esperar que una historia oficial sea innovadora, radical, ni siquiera extravagante. Ni siquiera tratándose de una historia de arte actual. Ya nos dijeron que tal vez, solamente tal vez, las esculturas de Auguste Rodin no fueron tan suyas, que tal vez, solamente tal vez, Camille Claudel tuvo algo que ver en la idea y realización de algunas de sus piezas más interesantes. Rumores, notas a pie de página de una historia oficial que no se altera tan fácilmente».

Al margen de que el genio fuera Camille, secuestrada en la más cruel oscuridad por Auguste, la cuestión no es nueva, pues se repite hasta la saciedad aquello de que «detrás de cada gran hombre, existe una gran mujer». Frases y sentencias no faltan a favor de la bondad y los valores femeninos, mientras acciones contrarias siguen desarrollándose con una facilidad digna de nefasta admiración. Nos hallamos metidos en una paradoja universal de difícil entendimiento y, por tanto, en ella cabe el mundo del arte.

Todo esto viene a cuento de lo que os quería decir hoy, un día como otro cualquiera, en una crisis como otra cualquiera, donde observas lo mal que están las cosas al comprobar que gente conocida va al paro, cierran comercios y cesan empresas, mientras que la historia oficial insiste en que esto mejora maravillosamente. Claro que, en el cosmos artístico, ya se sabe lo que es vivir pendiente de un hilo, en la dura bohemia, más o menos elegida libremente, en la cuerda floja.

Creadores plásticos, machos o hembras, se han tenido que dejar caer en el colchón familiar, los abuelos o los padres y, sobre todo, la pareja; los hijos ya no tanto. Y quien dice plásticos se refiere también a literarios, escénicos, musicales? El tinglado de la cultura, en definitiva. Tan vilipendiado de un tiempo a esta parte. Un ser vivo que precisa oxígeno para poseer identidad? lo digo por propia experiencia: las últimas semanas para terminar mis textos he tenido que recurrir a ayuda familiar. Precisamente por falta de oxígeno.

Vuelvo a Rosa Olivares. Soy persona que duda de todo, pero en este caso nunca he dudado de dónde está la verdad y de quién miente, que no lo hace con buena intención y, encima, registra un magnífico respirar. Entrevistada por Alfons García para Levante-EMV, la soprano valenciana Isabel Rey parece convencida de que ahora está en peligro «cualquier tipo de ciudadanía educada». No sólo estoy de acuerdo, sino que lo creo firmemente. Amén.