El deporte tiene un importante valor social, especialmente para los más pequeños, ayudándoles en su desarrollo físico, intelectual, emocional y social. El Comité Olímpico Internacional lo define como un derecho humano, siendo uno de sus fundamentos el que toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte sin discriminación de ningún tipo y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, solidaridad y espíritu de amistad y de juego limpio. Estos principios siguen plenamente vigentes en la práctica informal, en la escolar, y en definitiva, en todo el deporte base. Sin embargo, la profesionalización y mercantilización de algunas disciplinas de masas ha provocado que determinados aspectos positivos que pudieran transmitir se diluyan en una maraña de artificialidad, lujo y cifras insultantemente elevadas de sueldos.

Mi hijo Mario es una auténtico entusiasta del deporte, y muy especialmente del Valencia CF, y a su corta edad, conoce los nombres de los jugadores mucho mejor que yo. Pero como nos sucede a todos los padres, en muchas ocasiones me planteo si figuras mediáticas como Cristiano, Piqué o Messi son las más adecuadas para su desarrollo como persona. Por esta razón, creo que debemos sentirnos orgullosos de que equipos valencianos hagan gala de eslóganes como «Cultura del esfuerzo» o suscriban acuerdos con UN Women para luchar por la igualdad entre hombre y mujeres.

ONU Mujer es una organización creada en julio de 2010 por las Naciones Unidas con el objetivo de luchar por la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, debiendo calificar como un acierto el hecho de que hayan decidido apoyarse en el club valencianista para conseguir mayor repercusión a su mensaje por la igualdad. Sabemos que estamos ante un problema que hunde sus raíces en una errónea concepción patriarcal de las relaciones hombre-mujer, y como todos los expertos señalan, para combatirlo debe de apostarse decididamente por políticas educativas y sociales. La formación de nuestros hijos e hijas en principios como el respeto y la igualdad resulta fundamental, y que estos valores les puedan llegar con normalidad desde algo que les apasiona, como el deporte, es una manera inteligente de contribuir a que este cambio de mentalidad pueda producirse.