Más del 60 % de las personas que utilizan los autobuses urbanos de Valencia (EMT) son mujeres, en consecuencia, el colectivo femenino está generando un menor volumen de emisiones de efecto invernadero. ¿Puede influir el género en los comportamientos y actitudes ante la sostenibilidad? La ciencia ha comenzado a estudiar el cambio climático desde la perspectiva de sexo y género, incluyendo factores como la edad, los patrones de transporte, la ubicación geográfica o la conciencia ambiental, con el fin de avanzar en el conocimiento sobre el impacto climático y las respuestas de la sociedad ante las medidas de mitigación. El proyecto Gendered Innovations in Science, Medicine, and Engineering de la Universidad de Standford es un emblema en el ámbito internacional de este estudio interdisciplinar e innovador, que aglutina el género, la ciencia y la ingeniería. Este nuevo conocimiento científico puede favorecer medidas de mitigación eficientes e igualitarias que no solo impliquen un coste económico y social menor. Algunas conclusiones de esta iniciativa iniciada en 2009 muestra que las diferencias en el consumo de energía entre hombres y mujeres es especialmente pronunciada en el transporte. Gendered Innovations -con financiación de EEUU y la Comisión Europea- está liderada por Londa Schiebinger, catedrática de Historia de la Ciencia en la Universidad de Standford, quien esta misma semana ha sido investida doctora honoris causa por la Universitat de València en el marco de la celebración del Día de la Mujer.