Mentiroso, chulo, jeta, plagiario mediocre y censor son los calificativos que Eduardo Inda, director de OK Diario, le dedicó al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el viernes 15 de septiembre. El miércoles 12 se había desarrollado la sesión de control al gobierno en el Congreso de los diputados y diputadas, en la que Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, lanza, con la venia de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, su fangosa pregunta sobre la tesis del primer presidente doctor en España, amplificada por OK Diario, ABC y El Mundo.

La portada de ABC del jueves 13 acusa de plagiario Pedro Sánchez. Ese mismo día envío una carta al presidente y al ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, con un asunto urgente: No perder la oportunidad para hacer pedagogía sobre los doctorados en España, mostrando, con un caso relevante -la tesis del doctor Sánchez-, sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. Y me permito presentar dos sugerencias con la formación y experiencia de haber trabajado durante más de 20 años como técnico de gestión de la Oficina de Acción Internacional de la Universitat Politècnica de València (UPV), en el apoyo a más de 200 profesores/as y directores/as de tesis y 350 alumnos/as en 20 programas de doctorado en convenio con universidades colombianas, de los/as cuales un 40% culmina su tesis entre 1997 y 2013, habiendo asistido a unas 30 lecturas. Las sugerencias fueron:

Al Presidente: Elaborar un detallado informe sobre su tesis, en el cual se indiquen los antecedentes, insumos, procesos, contextos y resultados de su investigación doctoral; a ser presentado en la instancia que considere pertinente y oportuno.

Al Ministro: Proponer a la Conferencia de Rectores de Universidades de España (CRUE), la elaboración de un informe sobre el estado de la cuestión de los doctorados, desde la Ley Orgánica 11/1983 y Real Decreto 185/1985 de regulación del Tercer Ciclo y el Doctorado hasta la normativa vigente. El informe habría de ofrecer un riguroso balance cuantitativo y cualitativo de los desafíos, desarrollos e impactos de la investigación doctoral en el país, contrastados con parámetros europeos e internacionales, olvidándose en lo posible de la enfermiza obsesión numérica de los rankings.

Como es posible que hoy mismo, decía, se esté trabajado en este sentido en más de un Campus de Excelencia Internacional, entiendo que el informe podría estar concluido en diciembre para convertirse en un aporte estratégico a la sociedad en los 40 años de la Constitución.

El lunes 17 -al tiempo que el presidente Sánchez hacía balance de los 100 primeros días de su gobierno-, la CRUE expedía un comunicado señalando que los millones de personas que han pasado por la universidad en los últimos 40 años han sido uno de los colectivos más importantes en la profunda transformación de nuestro país; y exigiendo a los responsables políticos que aporten más recursos a las universidades y acuerden mediante un Pacto de Estado una nueva Ley de Universidades. Pero sin decir una palabra sobre la urgente necesidad de una reflexión sobre el Doctorado en España.

Conclusión: Las comprobaciones hechas no han detectado fraude en la tesis en cuestión y el documento es legal aunque pueda ser mediocre. Los/as rectores/as han perdido una gran oportunidad de haber propiciado el diagnóstico que será insumo indispensable de la futura Ley de Universidades y consiguiente reglamentación del doctorado. Y el señor Inda hace un retrato de sí mismo enlodando el oficio, amplificando lo que hizo el señor Rivera en el Parlamento con su pregunta de corto vuelo. Quedamos a la espera de lo que diga el Rey, Felipe VI, sobre la universidad española y el doctorado en la apertura del curso 2018/2019 en la UPV el martes 25 de septiembre.