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En las fronteras del arte

Voy a menos inauguraciones y algún que otro vernisage porque me arrastran los amigos. A veces me despisto o tengo otros compromisos. Y porque antes todo era por obligación profesional. Ahora es solamente por devoción. Y últimamente he tenido pruebas de que en los márgenes la gente pugna por mantener una línea, un proyecto personal y arriesga en cada jugada.

A sí es como he conocido a Juan Carlos Valera, de Cuenca y editor responsable de Cuadernos de poesía, que lleva años en esta tarea muy minoritaria y no ceja. Lo vi hace unos días en La Nau, donde hicieron unas jornadas dedicadas al libro de arte, a la vez objeto precioso y raro, con destino a coleccionistas y fans. Hubo dos días en que le dio por llover lo que le quitó brillo. Pero también pasaba gente que mantiene la fe y la llama. Y la presentación que el editor hizo de sus dos últimas maletas (como la de México, de Capa, o la de Hemingway, que se perdió) fue muy brillante. Ahí nos contó parte de su trayectoria, su colaboración con Joan Brossa o Antonio Saura, vaya lujo. Y la más reciente con Miquel Navarro, que incluye dos obras y un cuaderno de notas, sus apuntes y bocetos. Una de las dos piezas está muy emparentada con la obra que Pedro Almodóvar sacaba en su película (y que había adquirido hace muchos años). Una labor así sería meritoria en una gran ciudad y en Cuenca es puro milagro. Le deseo suerte y ánimo, que no le faltan.

Por mi itinerario paso por la galería Sabotaje, y veo las últimas obras de Vinz, pero sus descubrimientos me sorprenden, lanzando a otros artistas. Hace poco obtuvieron el premio al escaparte dentro de la serie de actividades artísticas, en colaboración con Martin Martini que aportó sus Madelmen para construir unas fantasías futuristas y eróticas. Son muchos los extranjeros que pasan y entran a mirar y se hacen fotos. Tiene potencia y sugiere un mundo en acción. Ellos dicen que el público cambia, que la clientela está en otra parte y sus inauguraciones tumultuosas lo demuestran.

Francesco Filangheri ha hecho la que es su cuarta exposición en Valencia. El de Palermo llegó un día al colegio mayor Rector Peset y ha echado raíces en esta ciudad. Tras su muestra en Railowski ahora mostró en Muez (plaza del Mercat) sus esculturas o Reconstrucciones. Parte de objets trouvés, como hacían Joan Miró o Arp. Y a veces hace ensamblajes, como Kurt Schwriters. Su homenaje a Luis Buñuel enlaza con su serie anterior del Voyage Pitoresque à l'Espagne.

En estos mismos márgenes anduvo el amigo Toni Canet, que nos ha dejado; una gran pérdida humana. Tenía mano para la comedia pero tocó algún tema serio, como el documental. Y durante años trabajó para televisión. Tuvo un gran proyecto sobre Lluís Vives con productor israelí de películas de acción. No llegó a cuajar. Lo recordaré especialmente en El Cairo, con Mónica Molina, con Carlos Saura y otros. Siempre intenso y próximo, era capaz de prestarle su coche a Stratos Tzortzogloglu que acababa de ganar el León de Oro en Venecia y el Oscar con Paisaje en la niebla.

El arte pugna en terreno fronterizo, fronteras culturales, fronteras del mercado, resiste gracias apersonas como estas, que no se dejan doblegar y van a la suya. Hasta que se perfilan en el horizonte.

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