La violencia sexual es nuestra gran asignatura pendiente. Sabemos de su magnitud por los miles y miles de testimonios espontáneos que han visto la luz en las redes sociales de todo el mundo a partir de campañas virales como el #MeToo o el #Cuéntalo. También sabemos que más de 3.250.000 mujeres en España, un 13.7%, han sufrido violencia sexual a lo largo de su vida. O que el 97,5% son agresores, en masculino. Y que de ellos sólo el 18,6% son desconocidos para las víctimas, lo que implica que en el 81,4% de los casos los agresores son conocidos, amigos o familiares.

La mayor sensibilización en relación a los delitos contra la libertad sexual de las mujeres se refleja en el incremento significativo de las denuncias por violación en 2018: un 28,5% más en España, un 37% más en la Comunitat Valenciana y un 68,8% en la ciudad de València, con 27 casos. Sin embargo, estos datos son sólo la parte visible de una realidad que permanece, en buena medida, todavía oculta. España se sitúa a la cola de Europa en cuanto al número de denuncias presentadas por violencia sexual (2,65 por cada 100.000 habitantes en 2015, frente a las 56,8 de Suecia). ¿Los motivos? Las víctimas aún tienen miedo a no ser creídas, a la estigmatización social o a la falta de confianza en el sistema que ha de atenderlas. Sin formación especializada en los ámbitos policial, médico, forense y judicial y sin protocolos adecuados, persistirán los estereotipos y prejuicios que todavía ponen en duda sus declaraciones, minimizan los hechos o incluso las responsabiliza de lo ocurrido.

El Ayuntamiento de València junto a la Federación Empresarial de Hostelería de València queríamos despertar la conciencia sobre qué es la violencia sexual y cómo prevenirla en el ámbito del ocio. Por eso hemos distribuido en cerca de 500 locales - bares, pubs y discotecas- pegatinas, flyers y carteles que proclaman un «Oci lliure d’agressions sexuals» y que explican qué comportamientos y actitudes son violencia sexual y están, por tanto, #FueraDeLugar en nuestra ciudad. Violencia sexual es cualquier acto (o intento de acto) de naturaleza sexual NO DESEADO, así como toda acción que trate de utilizar la sexualidad de una persona mediante coacción o aprovechándose de su situación de vulnerabilidad. Violencia sexual es acosar verbalmente, insistir, presionar, no respetar el espacio, perseguir, vigilar, las miradas incómodas, intimidar, tocar sin permiso, aprovecharse de quien no está en condiciones para decidir, etc.

Apelamos con esta campaña a los hombres a no agredir, a que sepan que todos esos comportamientos no son admisibles bajo la justificación de su deseo, sino que atentan contra la libertad de las mujeres y muchos de ellos son delito. Apelamos también a los hombres a que no sean cómplices de otros hombres que agreden. Las mujeres reivindicamos nuestro derecho a relacionarnos, a divertirnos y a ocupar todos los espacios en los que vivimos sintiéndonos seguras y libres, no valientes.