La cumbre sobre la «pederastia», que se celebra estos días en Roma, ha sido una apuesta personal del Papa Francisco, que sin duda quiere empeñarse en la «tolerancia cero» a este comportamiento. No olvidemos que la pederastia no es una tema del pasado. Continúa hoy…, con más precauciones y sutilezas, ya que siempre se ha movido en las sombras y en la manipulación. Ese es su ámbito natural. Por eso es tan difícil combatirla. Los pederastas tiene la inteligencia del demonio, por eso es muy complicado cazarlos.

¿Qué podemos esperar de esta cumbre monográfica sobre la pederastia? En primer lugar, que la Iglesia, de nuevo pida perdón de manera clara e inequívoca a las víctimas de esos miembros de la Iglesia. En segundo lugar, que diga claramente qué va hacer en cada Diócesis, incluidas las órdenes religiosas, para aflorar todos los casos y establecer filtros más contundentes en los Seminarios para al menos garantizar que esas vocaciones futuras tienen la calidad suficiente para asumir la tensión celibataria y los avatares de la sexualidad. Esto es muy complicado, y, en parte utópico. Y, en tercer lugar, encomendar al Señor de la historia todo esto… para que al menos las cosas puedan mejorar a todos los niveles.

En Francia acaba de salir una película sobre esta cuestión. El núcleo de la película Por la Gracia de Dios. Es la historia del sacerdote francés Bernard Preynat, cuyos abusos sexuales con menores son el núcleo de la película. El director Ozon pone el dedo en la llaga. Parece ser que la han visto muchos obispos con comentarios positivos, por eso la impresión es que las cosas están cambiando en el seno de la comunidad católica francesa, con una concienciación muy importante de la plaga de la pedofilia. En breve llegará a nuestras pantallas. Habrá que prepararse y concienciarse…Esto no es por casualidad, pero en España nos pilla con el pie cambiado. Y no podemos simplemente decir que los pederastas de la Iglesia son sólo un 3% o justificarlo con «malos momentos». Si queremos sacar pecho para que este «monotema» no siga arruinando y arrinconando otros aspectos muy positivos de la Iglesia, esperemos que la cumbre de Roma hable claro y determine más claro todavía… A partir de ahí todo lo demás.

La pederastia de cualquier caso es letal, pero la eclesial es de nota, ya que no se espera de un hombre o mujer de Dios… Y el abuso a religiosas por parte de obispos o sacerdotes es comparable a la «manada», por lo tanto la «chirona» es su lugar.