Unidas Podemos y ERC se han felicitado por el cese del coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos en lo que, sin duda, es una nueva transigencia ante los independentistas catalanes y a su socio de Gobierno, Pablo Iglesias.

Ambas formaciones califican el cese de "higiene democrática" por su participación durante el referéndum ilegal del 1-O. Pérez de los Cobos fue el mando encargado de dirigir el dispositivo en Cataluña contra la celebración de esta consulta ilegal y pieza fundamental durante la lucha contra el terrorismo etarra. Desde entonces ha estado en la diana de los grupos independentistas. Su labor garantizando que se cumpliera con la legalidad fue incuestionable, cumpliendo además con un mandato judicial.

Tras el acuerdo con Bildu para la derogación de la reforma laboral, bajo la excusa de garantizarse los votos para la prórroga del estado de alarma, la entrega de este Gobierno al separatismo catalán y vasco es más que evidente. El siguiente paso será el indulto para los presos del "procés" que continúan en la cárcel, aunque todos ellos en situación de semilibertad. El propio Iglesias ya lo ha pedido en innumerables ocasiones que los quiere ver en las instituciones. No tardaremos en verlos a todos en la calle, convocando un nuevo referéndum.

Pedro Sánchez sigue saltándose líneas rojas con tal de permanecer en el poder. Sus acuerdos en la sombra con Bildu o el cese ahora de Pérez de los Cobos demuestran la debilidad de un Gobierno sometido al chantaje permanente de los independentistas.

Como siempre el periodista Eduardo Sotillos dando en la diana:

Podemos y ERC se felicitan por el cese, recordando su actuación en Cataluña.

La declaración del dirigente de Podemos crea una sospecha de componenda política con el soberanismo catalán que debería ser puntualizada urgentemente por el ministro de Interior.

Castigar a De los Cobos por su conducta hace años que fue avalada por el propio Señor Sánchez en su momento, supondría alimentar la idea de una dependencia insufrible ante los partidos Independentistas cuando sigue viva la polémica por el acuerdo con Bildu.

De nuevo, los pronunciamientos desde Podemos ponen fuera de juego al Partido Socialista