Pienso que los representantes políticos electos del Partido o Coalición que gobierna son los que tienen la responsabilidad de ser críticos e incluso, si llegara el caso, denunciar la mala gestión del Gobierno. Así ocurre en muchos países con Democracia plena y estas actuaciones suelen ser bien vistas, pero siempre que se realicen en otros partidos distintos al que ellos pertenecen. Por ejemplo, muchos diputados y senadores socialistas apoyan y entienden que en EE.UU., dentro del mismo Partido Republicano, haya representantes políticos que critiquen la gestión de Donald Trump, también podrían ver correcto y no se extrañan de que en el Partido Laborista del Reino Unido, miembros electos de esa misma formación hayan forzado la dimisión de su líder Jeremy Corbyn por no estar de acuerdo con sus proyectos, pero en cambio, esos mismos diputados y senadores expulsarían de su partido a quienes critiquen públicamente a Pedro Sánchez por no estar de acuerdo con su gestión, lo que considero completamente incongruente.

En nuestro ámbito, los representantes electos están obligados a la disciplina de voto, a la obediencia debida y a no criticar públicamente a su líder, y desde mi punto de vista esto es antidemocrático y demuestra que cada partido político es una pequeña "dictadura". En España, por tanto, cada vez que hay elecciones estaremos decidiendo qué dictadura nos va a gobernar y después, a esperar a las próximas. Ahora, por ejemplo, nos toca la dictadura de PSOE-PODEMOS, con el apoyo de nacionalistas; las próximas, ya veremos.

Mientras exista disciplina de voto y los miembros electos de los partidos no puedan ejercer su libertad de expresión para criticar a sus líderes o poner en entredicho medidas tomadas por su Gobierno sin ninguna coacción o amenaza de perder su escaño, España no será una Democracia plena como Reino Unido o EE.UU..

Valores democráticos como libertad de expresión, de manifestación y pluralidad ideológica, están proscritos en los partidos políticos de algunos países que se consideran democráticos, entre ellos España.

Ya me gustaría escuchar a algún diputado o senador del partido que gobierna criticar públicamente o incluso votar en contra acerca de la gestión del Presidente del Gobierno; haberlos, seguro que los hay, pero les toca callar y debe ser muy duro para ellos que se consideran tan democráticos y alardean de vivir en un país donde la libertad de expresión está garantizada, pero de puertas a fuera.