“Es demasiado goloso los dos mil setecientos euros al mes” que reciben por persona proclama el activista de Guitar Héroes Sergio Pelijero Escriva ante una de las puertas del centro Mentalia Salud Puerto. “Una Salud Mental Justa. Somos la voz de l@s que no escucháis” se leía en la pancarta de la concentración.

“Las noticias desde dentro son desoladoras nos consta que ha habido intentos de suicidio, que no pueden más, que no les dejan salir”; Lola Escalona, cofundadora de GAM Valencia (Grupo de Apoyo Mutuo), sabe de cuanto se cuece en las residencias de Salud Mental en Valencia, “Ninguna pública, todas son concertadas o privadas” y a excepción de unas pocas, “Todas alejadas de la mano de Dios”, sin transporte público para acceder. Alberic “Que está en un chalet”, San Ramón de Picassent, Cumbres de Calicanto. ”Según residencias hay más o menos restricciones” para las y los usuarios que “Sufren frecuentemente sanciones”.

Oscar, apodado “sombra oscura”, denuncia “Que estamos muy desatendidos (desatendidas)” y que “Todos los recursos que podamos abarcar, los queremos abarcar, que no hayan trampas”.

Raúl, otro de los congregados declara que esta situación “Es como una bomba de relojería, en algún momento tiene que explotar”.

“La vía administrativa la hemos agotado, nos iríamos a Estrasburgo” (sede del Parlamento Europeo) a reclamar por el incumplimiento de los derechos humanos. Si en el confinamiento “Las únicas personas que tenían permiso para salir eran las personas con trastornos”, en Mentalia Salud Puerto estas fueron confinadas cinco días antes de la orden gubernamental, informa el también músico. Desde marzo se contabilizan diecisiete mil personas encerradas en residencia sin salir; sin contacto con el exterior el deterioro se acrecienta convirtiendo cualquier estancia en prisión y ésta en tortura. Además “En cada centro no puede haber más de veinticinco personas” y existen casos como la citada residencia, donde hay más del medio centenar, informa Pelijero. Mentalia Salud Puerto es una de las piezas de DomusVi, cliente principal de la Administración Pública española, grupo también “especializado en el negocio de la tercera edad. La división de salud mental (Mentalia Salud) y discapacidad alcanzará una facturación de 57,1 millones de euros en 2018” (PlantaDoce, 30/04/2020). Residencias donde “Se descubrieron torturas” apunta el activista que, enardecido, proclama irán a por todas en defensa de las personas con trastornos mentales. “Aquí todos (todas) mandan pero ninguno (ninguna) hace nada”. Multinacional propagada por varios países, con sede en Francia, no para de comprar centros de toda categoría socio sanitaria: centros de día, de personas mayores (líder en España y tercera en Europa), salud mental, hasta convertirse en otro vampiro financiero con un accionista mayoritario británico. Manuel Rico periodista de InfoLibre.es, escribió un artículo de investigación recogido el 18/07/2020 en www.attac.es (movimiento internacional que denuncia la especulación y los imperios del mercado), titulado “DomusVi desvía a Jersey parte de lo que gana en España con 138 residencias” ¿Se han revertido las concesiones tras la muerte de personas en estos centros?

“Todos son fondos buitre o multinacionales” que “Conciertan con la Generalitat” valenciana.

Gael de once años, Oscar de cuarenta y uno, Candela de ocho años, Raquel de cuarenta y cuatro, Pura de sesenta y seis, César de cincuenta y cinco años, Toni, Malvin, Gonzalo, Guillermo, María y Pau de veinticinco años junto a Sol Camarena de veintidós, responsables de la revista digital La Gorgona, formaron parte de la treintena de asistente a la acción donde, además, se lanzaron a una papelera folios escritos con los derechos humanos vulnerados en Centros Especializados en Enfermedades Mentales (CEEM) y otros espacios.

Colectivo Imaginave, Guitar Héroes, GAM (Grupo de Apoyo Mutuo) Valencia y Orgullo Loco Valencia se unieron a las exigencias de que personas con desórdenes de salud mental sean tenidas en cuenta en la toma de decisiones que les incumban, reclamando el derecho a la vivienda, al trabajo singularizado, a la información comprensible de los tratamientos, crear alternativas a los encierros psiquiátricos, ningún ingreso involuntario, ¡no sanciones! ¡no sumisión química! ¡no contenciones mecánicas! ¡no prácticas violentas! y contar con personal alternativo a la psiquiatría como terapeutas ocupacionales, asistentes personales, profesionales de la psicología y acompañantes, acorde al Plan de Salud Mental de Generalitat Valenciana. Que las mujeres se reconozcan como doblemente estigmatizadas y con mayor riesgo de violencia “Cuando una mujer va a denunciar que han abusado de ella, a la mujer no se la cree”. Una de cuatro mujeres, corre el riesgo de tener problemas de salud mental, las violencias machistas de toda índole son detonantes en el ochenta por ciento de los brotes. Es necesario formar al funcionariado sobre todo en servicios de urgencia. ¡No más sensacionalismo informativo sobre el colectivo! ¡Qué desaparezca el tabú!

“Estamos aquí desgraciadamente para que se cumplan los derechos humanos en este centro” señala Pelijero. ¿Se inspecciona y sanciona el prohibir visitas y contacto telefónico? “En esta residencia se está incumpliendo la orden del dos mil veinte, esta residencia debía haber llegado ya a la normalidad”.

Nadie del centro salió a cerciorarse de lo que pasaba en la calle mientras desde las ventanas colindantes la gente observaba y aplaudía. “Los chavales que hay ahí adentro tienen mucho miedo, acaban sometidos: ¡no lo soportamos más, nos vamos a suicidar!". Pelijero, al mencionar a la responsable del centro, resalta su postura ante requerimientos “Esta mujer vive en el mundo de la piruleta”. Finalmente se le hizo llegar una copia del manifiesto y así lo proclamó el activista de viva voz.

Actualmente no hay ninguna ley que acabe con las tutelas aclara Pelijero en su Facebook, pero está convencido de que en el plazo aproximado de un año si la habrá. “Si bien es cierto que la idea de las tutelas acaben no se sabe cómo, ni de qué manera se va a cubrir el personal y los medios necesarios para llevarlo a cabo, mientras tanto pedimos a la Generalitat Valenciana que revise esta situación y depure responsabilidades” es otro de los puntos del manifiesto.

¿Por qué se permite el castigo como tratamiento en salud mental? ¿Por qué se puede jugar con la lejanía de los centros como herramienta represora? “En pleno siglo veintiuno torturar está muy feo” señala Pelijero.

¿Cuándo en las esferas de ese otro mundo ajeno a la vida real pondrán remedio a la incertidumbre económica y pobreza causantes del desate de problemas de salud mental?

Colette (Sidonie-Gabrielle Colette), novelista, artista de cabaré, bisexual, presidenta de la Academia Goncourt, periodista e ícono de la moda escribiría en una de sus obras titulada Claudine en la escuela, robada la autoría por su marido: “Todo lo que recuerda a una cárcel me pone frenética, apenas me siento encerrada, pierdo la cabeza. Jamás han podido dejarme interna, de pequeña, ya que me daban unos espasmos rabiosos al comprobar que me impedían franquear las puertas, por dos veces lo intentaron. Yo tenía nueve años. Las dos veces, desde la primera noche, corrí a la ventana como un pájaro estúpido, grité, mordí, arañé, hasta caer extenuada”.