La Universitat Politècnica de València está a punto de decidir quién será su Rector durante los próximos cuatro años. La campaña electoral se ha realizado en condiciones extraordinarias. Además, ha habido una saludable y deseable confrontación de candidatos, programas y equipos. Una campaña completamente distinta, todavía en periodo de pandemia, y solapada con el fin del estado de alarma. Aun así, la respuesta hacia nuestro proyecto ha sido masiva y la participación en la primera vuelta de las elecciones, histórica. Hay una conciencia clara en la comunidad universitaria de que la UPV se enfrenta a problemas y amenazas acuciantes, y de que tiene por delante retos muy importantes y grandes oportunidades de futuro. Hemos de abordar estos retos y oportunidades desde la racionalidad, el conocimiento, el espíritu innovador y emprendedor que siempre nos ha caracterizado, y desde la participación, la transparencia y, sobre todo, desde la experiencia.

Sin duda la situación crítica que ha vivido nuestra sociedad ha limitado nuestras posibilidades y ha reducido nuestro margen de maniobra. Pero no debemos permitir que decaiga nuestra ilusión y nuestras ansias de seguir avanzando. Hemos de seguir siendo lo que ya hemos demostrado en el pasado: esa UPV que innova y que lidera para construir un futuro mejor, solidario y sostenible.

Durante la campaña no he dicho lo que nos gustaría oír, ni he prometido nada que no hayamos analizado, y cuya viabilidad económica no pueda garantizarse. Hacerlo sería una absoluta irresponsabilidad. Hemos de apostar por la regeneración y transformación sostenible de nuestros campus, por la sostenibilidad económica basada en la eficiencia y la transparencia, y por el compromiso social. Todo ello dentro del marco de financiación del Sistema Universitario Público Valenciano, y en particular de la UPV, que reivindicaremos con fuerza porque esa es la apuesta de futuro que necesita nuestra sociedad.

Nada es fácil ni sencillo, pero la UPV es mi casa, y sé que también es la vuestra. Por eso, me comprometo a trabajar incansablemente para defender y conseguir lo mejor para ella. Pondré a disposición de la universidad todas mis capacidades, mi experiencia tanto en la UPV como en la administración pública, para luchar por el bien común, y para que la UPV sea reconocida como una universidad líder en compromiso social, y como motor del mantenimiento y progreso de nuestro estado del bienestar. Queremos que nos reconozcan como la mejor Universitat.

La pandemia no ha hecho sino revelar la solidez de nuestra Universitat. Donde otros han visto crisis e imposibles, nosotros hemos hallado posibilidades, oportunidades únicas para redefinir la UPV, y adaptarla a los tiempos que vivimos. Porque en nuestra UPV tenemos talento de sobra para no dejarnos detener por nada.

Porque hemos podido liderar las transformaciones necesarias en el pasado y fortalecer nuestra credibilidad, hemos de diseñar ahora un plan estratégico que sume las ideas de todos. Sí, también las buenas ideas de los equipos de los otros candidatos, claro, apostando por la transición ecológica y digital, y creando tantos puestos de trabajo como podamos con la juventud mejor preparada que sea el fruto de nuestra gran labor como universidad.

Mi candidatura, mi equipo y mi programa somos la apuesta por el cambio y la recuperación de la ilusión. Para dejar a un lado el pasado, el continuismo, romper ataduras, renovar nuestra institución y afrontar con garantías los retos del futuro.

Nos reinventaremos, como universidad pública innovadora y emprendedora, ejemplo de sostenibilidad y sensibilidad social, y siendo protagonistas de la recuperación y transformación del entorno social y económico de la Comunitat Valenciana. Y repito, siempre desde la máxima participación y transparencia.

Y desde luego, si la comunidad universitaria me da su confianza, me reuniré con los equipos de las otras candidaturas para sumarnos en el esfuerzo colectivo común, juntos y unidos mirando al futuro sin miedo y con ilusión.

Agradezco a toda la comunidad universitaria su entrega. A todos los estudiantes su paciencia, participación y responsabilidad colectiva. Y a todo mi equipo por haber estado siempre ahí aportando pasión, entrega y excelencia. Ahora solo resta votar y que, gane quien gane, la UPV siga trabajando, como siempre y sin descanso, al servicio de la sociedad.