Qué pobre es una sociedad que permite que sus niños y niñas sufren. No caben excusas, acabar con la lacra del acoso escolar debería ser una prioridad absoluta y debería exigir movilizar cuantos recursos sean necesarios para ponerle fin.

Las personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual, tienen hasta cuatro veces más posibilidades de ser víctimas de acoso, que el resto del alumnado sin discapacidad. Esta realidad nos choca de frente día a día y nos lleva a una lucha constante, desde la Fundación Asindown, para erradicar cualquier tipo de discriminación y acoso sea por el motivo que sea.

El acoso escolar, supone un acto de hostigamiento intencionado y repetido en el tiempo, que puede ser verbal, físico o relacional, en el cual se identifica a una víctima y un o unos verdugos en desigualdad de condiciones. El acoso escolar, es un fenómeno social que aún permanece, en muchísimas ocasiones, invisible y que urge abordar desde la raíz y con carácter preventivo, especialmente si hablamos de alumnado con discapacidad.

Que inofensivas pueden parecer algunas palabras que escuchamos en niños y en niñas desde bien pequeños, en los centros educativos, “no está sólo, es que no quiere jugar con nosotros”, “ mi mamá me ha dicho que es más pequeñito que yo”, “es que él tiene una enfermedad”, “él no puede hacer lo mismo que yo”, comentan los peques refiriéndose a su compañero con síndrome de Down u otras discapacidades intelectuales. Y lo dicen desde la inocencia y sin el ánimo de acometer una acción violenta ni premeditada, pero lo dicen empezando ya a interiorizar unos prejuicios y diferencias que, en un futuro, pueden generar situaciones de desigualdad y de acoso escolar. Sí, de acoso escolar, y que no nos dé miedo decirlo así de claro.

Es cosa de niños” se repite en muchas ocasiones. Ante esa frase, tenemos la oportunidad, como personas adultas, para trabajar y abordar desde esa inocencia, la desmitificación y la ruptura de estereotipos que en un futuro pueden desencadenar en situaciones de conflicto. Es desde “esas niñerías” desde dónde se tienen que realizar acciones de sensibilización, como herramienta de prevención a las situaciones de acoso escolar que muchas personas, con síndrome de Down y discapacidad intelectual, padecen en los centros escolares.

Así, la Fundación Asindown transmite un mensaje claro de tolerancia cero ante el acoso escolar, reclamando que el fenómeno, que va en aumento, se aborde con rigurosidad desde edades tempranas, desde ese “es cosa de niños”. Acciones de sensibilización al alumnado que tiene un compañero con discapacidad, acciones de formación y sensibilización a las familias para que sepan explicar a sus hijos qué diferencias se encuentran en las aulas y cómo enriquece la diversidad o formación especializada al profesorado para que sepan identificar de forma temprana las situaciones sobre las que actuar, son sólo algunas de las medidas preventivas que Asindown desarrolla en los centros escolares.

Sin embargo, esto no es suficiente. El problema debe abordarse desde una perspectiva integral como sociedad y como uno de los mayores retos que tenemos en los próximos años. Recordemos que, en nuestros colegios, estamos formando a las personas adultas que configurarán en pocos años el porvenir de nuestra sociedad. No podemos permitir que el acoso forme parte de ella.