Mira, yo estaba super-on-fire» le dice una chica a su acompañante cuando paso cerca de ellos. La frase impacta en mi paseo perruno y me quedo con las ganas de saber más sobre su «estado super-on-fire» que entiendo que debe ser el punto más álgido en la escala emocional de la muchacha. Vamos, una cosa así, por lo de estar en «en super-on-fire», como cuando el líder ultra Santiago Abascal se dirige al presidente Pedro Sánchez en el parlamento a propósito de la testosterona y otros asuntos delicados. El otro líder opositor, el señor Feijóo, no sé si por lo cosa galaica, la neblina celtica o la dieta táctica, de momento aún no nos ha dejado apenas ver su «super-on-fire» y aguanta la subida del soufflé emocional en su nuevo aposento en el senado para mejores ocasiones.

La verdad, para uno que se quedó como expresión novedosa en el supercalifragilisticoespiliadoso que cantaba Julie Andrews en Mary Poppins, presiento que en esto de la lengua y la comunicación el mundo camina más rápido que en la solución de otros asuntos. Miraba el otro día un reportaje de la cadena Euronews sobre las violaciones a mujeres ucranianas por los soldados rusos, la historia repetida una y mil veces más de los horrores de la guerra. Como la reciente matanza de la escuela de Texas. Una crónica que habíamos escuchado en otras ocasiones y que para nuestra consternación vemos como se vuelve a visualizar. Insoportable repetición. Mientras, el Partido Republicano, cómplice ideológico de esta cadena de tragedias, se lava de nuevo las manos y hace como que mira para otro lado. Hasta la próxima carnicería que vuelva a perturbar momentáneamente el sueño americano.

Regreso a la vida cotidiana. Formo parte de ese colectivo que nos ponemos andar después de la ración matutina de café, en mi caso, un café con leche y a ser posible en santa fraternidad con un croissant, brioche o similar. En mi mesa repaso estos días el libro El arte del café (Lunwerg), un manual para los enamorados, adictos y degustadores que disfrutan con una buena taza de café. Si pertenece alguno de estos colectivos o simplemente por curiosidad, es un libro que debe ocupar un lugar destacado en sus estanterías. Por ejemplo, si le interesa saber cómo hacer una buena espuma de leche o «tulipán» sobre el café o elaborar un auténtico expreso entre otras cuestiones con cafeína. Durante mucho tiempo he sido un practicante incansable de la cafetera italiana también conocida como cafetera moca y patentada por el industrial italiano Alfonso Bialetti en 1932 con su característico dibujo del señor bajito con grandes mostachos levantando el dedo índice. El primer gran triunfo del made in Italy entre nosotros y que acompañó la revolución del consumo en los hogares españoles en los años sesenta. El olor del café exprés de la cafetera en la cocina era señal de un cierto estatus junto a la flamante nevera, televisión y otros electrodomésticos.

En esa España del desarrollismo se proyectó la campaña «25 años de Paz» con la que el Franquismo intentó lavar su imagen como recuerda la exposición que estos días le dedica el Muvim a la operación de blanqueo por parte del régimen. Entre las voces que denunciaron aquella campaña vergonzosa destacó la de Raimon que se hizo eco en canciones como Sobre la pau i Contra la por a pesar de los impedimentos de la censura. Hoy, retirado de la escena, no sé si los acontecimientos que se suceden le empujan o motivan a escribir algún tipo de comentario musical. Quiero pensar que Raimon, a pesar de su silencio actual todavía nos ofrecerá alguna creación ya sea musical o literaria como propina. Su dietario Les hores guanyades publicado en 1981 ya nos permitió percibir de sus cualidades literarias muy por encima de la media cantautora del país.

Quizás cuando aparezca este artículo estemos ya en el mes de junio o a punto de entrar, el mes que abre de par en par los largos días del verano. Recuerdos de infancia que señalan el final del colegio a la sombra de los grandes plátanos que vigilaban el camino escolar. En el horizonte la divisa del mar, la vida feliz y despreocupada que esperaba a lo largo de los próximos meses.