Tribuna

Si eres sostenible, tu financiación está asegurada

José Roca Barrachina

José Roca Barrachina

La financiación en empresas y proyectos sostenibles bate récords en España: en 2022 alcanzó los 60.134 millones de euros y creció un 9%, según datos del Observatorio Español de la Financiación Sostenible (Ofiso). Pero si nos ceñimos a préstamos y créditos sostenibles, el aumento anual ha sido del 64% y el volumen alcanza los 30.000 millones de euros. Ya no es ninguna anécdota, sino una realidad creciente: las finanzas sostenibles tienen un peso importante en el mercado y pueden ser un factor decisivo para que una empresa consiga tener liquidez. Si una compañía cumple realmente con los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de buen Gobierno) tiene más oportunidades de acceder a la financiación que su negocio necesita.

Proliferan en el mercado financiero productos que fomentan el desarrollo sostenible. Fondos de inversión que aplican los criterios ASG; fondos de inversión solidarios que dedican una parte de su comisión de gestión a ONGs o entidades benéficas; bonos que financian proyectos verdes o solidarios y una cantidad creciente de inversores especializados en energías renovables o proyectos con impacto medioambiental positivo… Conforman un ecosistema nuevo al que las empresas tienen acceso cuando realmente actúan en verde. Y eso es clave en un momento en que el acceso al crédito es más restringido y más caro. Si tu proyecto empresarial es realmente sostenible, el abanico de opciones financieras se abre más.

Vamos a ver de forma progresiva como la sostenibilidad es una de las principales variables para la toma de decisiones, no solo para las pymes, sino también en los comités de riesgos de los financiadores a la hora de dar la financiación.

El motivo es que todos los financiadores están en proceso de transición hacia la transformación “verde”, y tal y como se está indicando desde la Comisión Europea: los que financian tienen que incorporar los criterios ASG a la hora de dar financiación hasta el punto de tener que elaborar un informe de cada cliente donde se evalúan los riesgos ASG asociados junto a su plan de negocio. Si no cumplen, la evaluación será negativa. Por tanto, es necesario que las empresas conozcan cómo deben plantear sus proyectos y con qué entidades pueden sacar el máximo provecho a esta circunstancia, que sin duda va a ser una ventaja competitiva.

Si su empresa busca financiación para un nuevo proceso que incluye el reciclaje, para instalar placas solares en sus instalaciones, realizar inversiones en capex destinadas a reducir la emisión de CO2 en procesos industriales o implantar cualquier idea que se desarrolle en el ámbito ASG, ahora tiene nuevas posibilidades de encontrar liquidez. Pero para ello es clave saber cómo plantearlo y también dónde acudir con su proyecto. No solo en el ámbito de las entidades bancarias. Porque también hay financiadores alternativos especializados en esas inversiones, que desean poner dinero en esa clase de proyectos y tienen experiencia en ellos. Serán más receptivos a conceder crédito a estas propuestas y en muchos casos han desarrollado productos específicos que se adaptan específicamente a ellas.

No hay duda de que la Unión Europea impulsa que el sector bancario y financiero contribuya a la lucha contra el cambio climático. El objetivo es la neutralidad climática en 2050 y el sector financiero puede ayudar si prioriza el apoyo económico a compañías alineadas con este propósito. El sector financiero cada vez será más selectivo en la identificación y promoción con los proyectos que realmente resulten compatibles con la preservación medioambiental premiando acciones medioambientalmente sostenibles y penalizará las actividades contrarias a ese objetivo.

La Agenda 2030 y los objetivos ODS o el Acuerdo de París contra el cambio climático marcan objetivos a largo plazo pero que solo se pueden conseguir si las acciones empiezan ya. Los planes empresariales cuentan con ello; los inversores, también.

Ya están en vigor obligaciones de información relativa a la sostenibilidad en los servicios financieros. Pero el camino de transparencia e información en cuanto a la sostenibilidad de las empresas y los financiadores no ha hecho más que empezar. La sociedad cada día está más alineada con estos valores y el mercado los ve como una ventaja competitiva. A nivel financiero lo es. Si eres realmente sostenible, hay una financiación verde dispuesta a creer e invertir en tu proyecto empresarial.

En conclusión: apostar por los criterios ASG es rentable en el largo plazo por su efecto en el cambio climático y la gestión eficiente de los recursos. Y también es rentable a corto y medio plazo por las ventajas competitivas y económicas que va a reportar. La más fundamental es que permitirá a la compañía contar con la liquidez suficiente para cumplir con su plan de negocio.