Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Va de bo

Llegó la hora de las razones

Genovés II y Soro III, en la presentación de la final de hoy. levante-emv

dos ilustres de la pilota valenciana se ven las caras esta tarde, a partir de las 18 horas, en el Trinquet de Pelayo. Las entradas se agotaron hace días. Soro III y Genovés II se juegan el título individual más deseado desde que comenzaron a soñar acariciando la pelota de vaqueta. Quico, mamando este deporte entre las paredes del trinquet que levantó con sangre, sudor y lágrimas, allá en la posguerra, su abuelo, el Tio Pena de Massamagrell. Ha crecido marcando un estilo de seriedad y compromiso con los mejores valores de este deporte. Esta tarde, a la altura del ocho, sentados en la escala, estará reunida toda la familia para que sienta el calor y el apoyo en los momentos más delicados y la fuerza que le empuje hacia el triunfo. En la grada del dau, su madre, sufriendo como sólo una madre puede sufrir. Sin perder jamás la sonrisa. Ese chaval, su chaval, ha sido y es digno de admiración. Hoy se enfrenta, probablemente, al pelotari más completo y al más carismático de cuantos ha tenido que enfrentarse en ninguna de sus nueve finales. No lo tiene nada fácil porque además de jugar contra las manos y las fuerzas de un rival que domina los secretos de la escala i corda, se enfrenta al más duro de los adversarios: el sentimiento de que ese rival «s'ho mereix». Contra todo eso luchará Quico.

En el caso de ganar, seguramente será el triunfo más heroico y difícil de todos. Vencer a ese pelotari que admiraba cuando él era un jugador juvenil y le veía restar de carxot con la izquierda, o entrar al aire de elegante manró? Soro apretará los dientes y pensará que en el contrato con su propia historia no hay cláusula que le imponga consideración piadosa, humillante para sí mismo y para el rival. A partir de la primera pegada, que puede ser la feta de dau, no hay más sentimientos ni más historias que los de ganar como sea. Despojarse de recuerdos y de lo que ahora se da por considerar chantajes emocionales. Para Soro, el nieto del Tio Pena, que tanto penó y tanto soñó con verle en las cumbres, no hay mayor recompensa que elevar de nuevo el trofeo de campeón y dedicarlo a su abuelo, a sus tíos pelotaris, a sus padres y a todos los que en silencio apretarán esta tarde los dientes para acompañar la fuerza de cada una de sus pegadas.

Jose, el fill de Paco, quiere ganar y lo quiere hacer derrotando al mejor de los rivales, a ese pelotari que le admira. Quiere ganar porque en sus genes lleva la sangre de aquel que se enfrentó él sólo a los tres mejores.

Hace días se debatía sobre cuál era el mejor deportista español de todos los tiempos. Portadas con héroes del ciclismo, motociclismo, tenis, baloncesto, boxeo, fútbol?mezclando churras con merinas en un debate de comparaciones inútiles. Puestos en ese juego no ha habido ningún deportista tan completo como Paco Genovés. Nadie se ha enfrentado él sólo a tres titanes con prohibiciones incluidas. Ese deportista nos ha regalado a otro enorme pelotari, cargado del mismo carisma pues se ha enfrentado él sólo a las lesiones más graves para acabar derrotándolas. Tiene genio ganador y por eso quiere ganar. No porque s'ho mereix, sino por la razón de su fuerza y magisterio. En la cancha que presiden nombres como Quart y su propio padre, no hay espacios para razones que no sean las de dominar el juego, los espacios y los remates a las galerías entre aplausos de admiración. Y después del último quince ganador ya habrá tiempo de abrazos y de emociones.

Compartir el artículo

stats