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Va de bo !

Dos clásicos fieles a la galotxa lideran el Edicom

Mónica, campeona del Trofeu Edicom Femení. fpv

Algunos lo fueron hasta que los designios de la historia les convirtieron en insignificantes. De los clubes pioneros de los torneos oficiales de Galotxa sólo Alfarp y Montserrat, hoy Ovocity El Marquesat y Lanzadera Montserrat siguen en las cumbres de la especialidad. Godelleta, que fue el impulsor, atraviesa una etapa de serias dificultades en una lejana esperanza con su escuela. Alcàsser, otro de los pioneros con el legendario equipo de Navarro, El Zurdo y Baltasar, optó en su día por construir un precioso trinquet al mismo tiempo que era incapaz de renovar sus jugadores ni de estructurar un club con capacidad de renovación. Juanito fue la última figura de la Galotxa, coincidiendo en el tiempo con Federico de Sollana. Ninguna autoridad de Alcàsser reivindicó un título, el de 1959, que no tuvo continuidad y que en buena lid le corresponde, pues aquel torneo gozó del apoyo de la prensa institucional y de la entrega de trofeos por parte del presidente de la época. Hoy el trinquet de Alcàsser es utilizado por la Federació para campeonatos de promoción. También acoge partidas de ligas profesionales.

Mislata fue uno de los clubes que inició el rebrotar de la Galotxa con los hermanos Periña, Bellver, Masca y los hermanos Ortiz. Compaginaron esa especialidad con la de Llargues en la que todavía llegó a jugar torneos oficiales, El Churro, uno de los saques más poderosos de los años sesenta, fijo en el torneo de Alfara del Patriarca. Nada queda en Mislata. Ni un pelotari. Ni rastro. Nada que pueda permitir albergar alguna esperanza. Otro tanto puede decirse de Riola, siempre fijo en los primeros años de los torneos oficiales de Galotxa, en los que llegaron a participar jugadores de gran calidad como los hermanos Boles, Micalet y el mismísimo Capellino, que fue profesional en la época de Eusebio. ¿Alguna posibilidad de recuperar la pilota el Riola? No lo parece. También desapareció todo rastro en Xirivella y en Aldaia, donde se alzan dos preciosas canchas que se usan para todo menos para el juego de pelota. ¿Alguien ha pensado en programar un plan que pueda al menos concienciar a asociaciones, colectivos, colegios y por supuesto a autoridades para intentar recuperar al menos la historia de lo que fue este deporte en esos pueblos, quizás como primer paso para la creación de peñas y clubes que recuperen la presencia en competiciones oficiales?

Mientras se observan con cierta melancolía esas deserciones, alivia comprobar la vitalidad del Interpobles Edicom en el que dos clásicos mantienen una dura pugna por el liderazgo. Más de cien equipos hay en competición pero dos de los pioneros parecen los más preparados para aspirar al triunfo final: Alfarp/El Marquesat y Montserrat. En la categoría de juveniles hay que anotar el liderazgo de Montserrat pero el buen tono del club de Tavernes Blanques que compaginan el One wall con esa rápida adaptación al juego directo de la Galotxa. Una prueba más de que el pelotari que lo es destaca en todas las especialidades. Y cómo no, la imparable irrupción de la pelota femenina en la especialidad que tanto bien puede hacer al conjunto de este deporte.

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