En un deporte que se mantiene por el poder de las emociones, sólo desde los relatos que sean capaces de activar esas pulsiones del alma podremos mantener su presencia viva, su identidad y su evocación. El Juego de Pelota pertenece a la memoria colectiva de muchos pueblos valencianos, y de otros pueblos españoles, europeos y americanos. Lastimosamente se ha perdido en muchos de ellos pues allá donde desapareció arrinconado por los gustos de los nuevos tiempos, la indiferencia generalizada o la falta de personas concienciadas, resulta empresa heroica recuperarlo. Y la única manera de hacerlo es apelando a la conciencia de valor cultural a preservar. Hay infinidad de ofertas lúdicas, deportes atractivos, deportistas míticos referenciales, en deportes con proyección mediática a años luz del que pueda tener el Joc de Pilota para apelar a un interés que no vaya anudado a los sentimientos.
En el atropellado revoltijo de la información que se vuelca en las redes sociales sobre este deporte de vez en cuando te encuentras con una foto, una información, una historia que cautiva, un relato que combina los valores que hacen del Joc de Pilota mucho más que un deporte. El Calendari de Brillants es una de esas ideas brillantes, de Josep Cardona, rarezas que pelean por preservar las tradiciones del pueblo, del campo, que divide el año en calendario eclesial y que profundiza en recuperar historias y tradiciones heredadas en la lengua de las gentes de La Marina. En él aparece una foto del día de la inauguración del Trinquet de Benissa, del año 1957 en la que se observa la multitud de gentes que se concentraron en el recinto para ver en acción a las figuras de la época: Rovellet y Rodríguez contra Juliet, Ruiz y Gómez. Nada más y nada menos. No cabía ni un alma en el recinto que se levantó gracias al fill del Tio Mariano. La partida la ganó la pareja, por 60 a 50 pues Rovellet se motivaba de manera especial en estos grandes acontecimientos. Hablamos de los tiempos en que se permitía colocar sillas debajo de la cuerda central y ocupar el espacio hasta el mismo dau. Benissa tuvo trinquet antiguo inaugurado en 1933, con la presencia de jugadores de la talla de Guara y el Chato de Pedreguer. El trinquet de Benissa pasó por épocas difíciles pero ahora mantiene una presencia continuada de partidas profesionales. De allí han surgido profesionales de la talla de Ramiro y de Feliu, que se codearon en los años ochenta con los mejores profesionales.
Otra de las pulsiones emotivas de este pasado fin de semana es la foto de los seguidores de Montserrat con sus jugadores tras conseguir el título del Interpobles Edicom de Galotxa. Tres años consecutivos en los que el nombre de Montserrat aparece como campeón, agrandando la leyenda de un pueblo ejemplar. La cancha de Alfarp se llenó a rebosar en una prueba más de la vitalidad de la Galotxa a pesar de la indisimulada indiferencia con que se trata a esta especialidad. Y es que en ella hay una cargada historia de pulsiones emotivas, de relatos hermosos que han construido la memoria colectiva de muchos pueblos.
