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Tras la covid-19, tras la reclusión obligada, la gente necesitará viajar, volverá a reclamar valores de nuestro territorio valenciano, y volverá a emocionarse:

Bufali es un municipio del interior valenciano, situado en el sector central de la comarca de la Vall d’Albaida. Posee una superficie total de 3,26 km2, divididos entre los 2,47 km2 del territorio municipal sensu stricto y los 0,79 km2 de un enclave montañoso situado en la sierra del Benicadell, llamado Sierra de Bufali o Monte la Sierra. El término limita al Norte con l’Olleria; al Este con El Palomar; y al Sur y al Oeste con Albaida, mientras que el enclave limita al Norte con Carrícola; al Este con Bèlgida; al Sur, con el municipio alicantino de Muro de Alcoi; y al Oeste con el enclave que El Palomar posee en la Sierra del Benicadell. Durante el marquesado de Albaida existía un término general único y sus habitantes podían acceder libremente a la sierra, que era comunal. Con la disolución del marquesado, tras la desestructuración del sistema feudal entre 1838 y 1855, se crea el enclave Sierra de Bufali, al delimitarse los términos municipales y realizarse la partición de la sierra mediante una distribución proporcional al número de habitantes de cada núcleo. Los pueblos que no tenían un acceso inmediato a la montaña recibieron una porción de la montaña comunal, separada del resto del término.

La etimología del nombre Bufali (llamado Bufàlit en forma arcaica) deriva en su primera parte del árabe wâd, que significa río, y en la segunda proviene de un nombre propio como Abú Jálid o Abú Khalid, que fue el fundador del rafal o alquería morisca que da origen al pueblo: significa río de Abú Jálid, en referencia al río Bufali, que es la denominación que posee el río Albaida a su paso por el término.

La parte baja del término, al margen del enclave mencionado, está rellenado por margas blanquecinas de la facies ‘tap’, denominadas localmente llacorella, que cubren el sinclinal de la Vall d’Albaida. Está atravesado por varios cursos fluviales: el río Clariano se localiza en el extremo septentrional del municipio; al norte del núcleo urbano está ubicado el río Albaida, que sigue una dirección SO-NE; entre el Clariano y el Albaida discurre el barranco del Rei o Els Barranquets; y el barranco de la Junda, afluente del río Albaida, que flanquea a la población por el sur. Por otra parte, el enclave de la Sierra de Bufali, integrado en la sierra del Benicadell, se compone de calizas cretácicas. Las mayores elevaciones del término se sitúan en este espacio y son el Alt de Creus (914 m), el Alto de la Oveja (863 m) y el Alto de la Font Freda (802 m). La máxima altitud, en el sector no montano del municipio, la constituye el altozano de Alfadadí (o Alfardí), en el límite con El Palomar, con 254 m.

Aunque existió una ocupación romana del territorio, como la atestiguan la villa y necrópolis de Alfadadí o de l’Alfardí, el origen del núcleo urbano actual lo constituye la pequeña alquería sarracena, propiedad de Abú Jálid, edificada sobre un antiguo cementerio islámico. Después de la conquista del rey Jaume I fue propiedad de Lope de Ochova. Durante la Edad Media estuvo ocupada por moriscos hasta su expulsión en 1609, momento en el que el marqués de Albaida distribuyó casas y tierras a los nuevos pobladores, que eran colonos de la comarca y mallorquines procedentes de Santa Margalida. En 1860 la población era de 222 habitantes, cifra que se incrementó hasta 304 en 1900. En 1960 tenía 313 habitantes y desde entonces ha tenido un descenso paulatino: 161 vecinos en 2019.

Bufali: una alquería morisca entre el río Abaida y el Benicadell

La agricultura ha sido la actividad económica predominante. Desde los últimos años se cuenta con un polígono industrial situado al noreste del perímetro urbano. Pascual Madoz señala en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar (1845-1850) que “El terreno participa de huerta y secano blanquisco, de buena calidad, plantado en su mayor parte de olivos, viñedos, algunos algarrobos, moreras y árboles frutales”. Predomina la agricultura de secano, con 77 Ha, entre las que destacan el olivar para aceite, y el viñedo. Las producciones de regadío ocupan una superficie de 48 Ha, con cultivos como viveros, caquis y frutales de hueso (melocotoneros, ciruelos y albaricoqueros), estos últimos también presentes en el secano. Las huertas se disponen de forma escalonada, tanto al norte como al sur del casco urbano, entre los barrancos del Algar y de Junda, en las partidas l’Horta de Junda y La Foia. Allí se recogen los sobrantes del sistema de regadío de la Font del Port de Albaida, junto con el caudal de algunas fuentes. El Llavador Nou del Poble se sitúa en el extremo oriental de la población, en el lugar donde se localizaba el antiguo.

El casco urbano se sitúa a una altitud de 236 m.s.n.m. Su principal vía de acceso es la carretera CV-639, que conecta el núcleo con las carreteras N-340 y la CV-60. Por ferrocarril, la línea Xàtiva-Alcoi dispone de un apeadero en Bufali, construido en 1946. El núcleo urbano mantiene la estructura de un pueblo-calle, con una configuración alargada. Cuenta con una hilera de casas a ambos lados de la calle. Esta disposición tradicional se ha visto alterada en los últimos años por la construcción de otra calle en paralelo, sobre la huerta de Junda. El principal edificio de la localidad es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Loreto, que es un Bien de Relevancia Local (BRL); es un edificio neoclásico, de planta rectangular; dispone de un campanario de planta cuadrada, inserto a los pies de la nave. Está construida con muros de mampostería y ladrillo, con sillares de piedra caliza en las esquinas. La localidad disponía de un horno construido a comienzos del siglo XVII, para dar servicio a los repobladores. Está restaurado y forma parte de la casa rural del Forn del Moro. Hay otras casas rurales, como Espai Sollana y Els Noguers.

El enclave de la Sierra de Bufali o Monte la Sierra se localiza en el área del Paisaje Protegido Ombria del Benicadell, en 2006. En este enclave, situado en la umbría de la sierra del Benicadell, se conserva la Nevera de la Lloma de la Solaneta como Bien de Relevancia Local (BRL), en la parte superior de la Font Freda. Se desconoce la fecha de su construcción, aunque pudo edificarse en los siglos XVII o XVIII. Este pozo de nieve tiene una planta circular de 6,5 m de diámetro y una profundidad de 7,3 m hasta el nivel inferior de las puertas, y de 11 m hasta el centro de la cúpula. Posee una capacidad estimada de 250 m3. Los depósitos de nieve alineados en la sierra del Benicadell abastecían, sobre todo, a las localidades de La Ribera. En este enclave también se localiza la Microrreserva de Flora Penyeta de l’Heura, ubicada entre Bufali y El Palomar, con una superficie de 1,34 Ha.