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Pepe Gimeno y la tipografía reivindicativa

La exposición recorre la prolífica trayectoria profesional y artística de casi cinco décadas del creador valenciano.

Pepe Gimeno y la tipografía reivindicativa

Las actividades del circuito de València Capital Mundial del Diseño 2022 están en plena efervescencia y, entre ellas, la exposición de Pepe Gimeno (València, 1951) que ayer inauguró la Fundación Chirivella Soriano y podrá visitarse hasta el 29 de mayo.

Pepe Gimeno y la tipografía reivindicativa

Pepe Gimeno es un diseñador gráfico y artista cuyo trabajo no deja de estar de actualidad. Recibió el Premio Nacional de Diseño de 2020. O sea, el máximo galardón del diseño concedido por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Se reconocía así su larga y prolífica trayectoria profesional, imparable durante casi cinco décadas en las que, mediante el diseño, produce obra que cuestiona nuestro presente.

Pepe Gimeno y la tipografía reivindicativa

El creador valenciano, referente y memoria viva del diseño gráfico, representa los mejores valores de toda una generación de diseñadores y destaca por haber sido uno de los primeros y más importantes embajadores del diseño español en el mundo.

La exposición, titulada «Pepe Gimeno. A través de la Posverdad», recorre distintas épocas de este creador valenciano a través de sus últimas obras plásticas. Con la tipografía como herramienta, el periodismo y la reflexión sobre el arte, su discurso articula su obra en torno al concepto de posverdad. Dicha palabra significa distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Los demagogos son maestros de la posverdad y las palabras se usan hoy en día como arma en redes sociales, televisión, medios de masas etc. Nada más lejos de las intenciones del diseñador.

El estilo de Gimeno ha sabido unir reflexión, emoción y función con una elegancia que impregna su extensísima cartera de trabajos, de todas las tipologías asociadas al diseño gráfico, desde identidad gráfica a corporativa, packaging, diseño expositivo y proyectos de señalética. Todo ello gestado en su estudio de Godella, un lugar para la creatividad.

Láminas, esculturas, piezas de pared… El impacto de sus trabajos ha trascendido sectores, instituciones y fronteras, superando el paso del tiempo, manteniéndose vigente, al margen de modas. Sin olvidar su vocación por el diseño tipográfico y la tipografía, una de sus señas de identidad más reconocibles y presentes en la muestra. Ya que ha dedicado mucho tiempo a consolidar marcas e identidad corporativa de instituciones con ella.

En la mayoría de los casos, una marca está creada para estar presente en el mercado durante muchos años. Y así ocurre si la marca está gráficamente bien construida y los valores que comunica son coherentes con los valores de la entidad o la empresa que representa. Por esa razón, Gimeno considera que la clave del éxito en su trabajo es que tiene siempre en cuenta que una marca no debe estar especialmente influida por una tendencia de moda pasajera. Él no se somete a los devenires caprichosos de la estética.

En la sede de la Fundación, el Palau Joan de Valeriola, un edificio gótico espectacular, se ve plasmado, en orden no necesariamente cronológico, que todo el proceso profesional del autor ha sido consecuencia de un trabajo de investigación, la tremenda curiosidad que lo mueve y su búsqueda por el saber. Experiencias parte del proceso creativo del diseño que impregnan la exposición.

Este procedimiento hace que se una arte y diseño. Porque lo que vemos en esta magnífica muestra es fundamentalmente obra plástica, derivada de la experimentación con las leyes de la percepción visual y la abstracción, para la cual el artista ha empleado materiales de deshecho y reciclados. A veces, trozos y restos de sus propios ejercicios como diseñador, letras cortadas, en distintos colores, de carácter vitalista y gran atractivo.

Podría interpretarse como homenaje a toda una trayectoria, pero lo cierto es que, aunque algo de eso es probable, lo mejor del proyecto expositivo es que sea una muestra de lo que está haciendo ahora Gimeno, lo que ocupa su mente y sus pensamientos, su día a día de creación, sin plantearse en ningún momento retirarse sino continuar creando.

El peso de la forma interfiere en el montaje expositivo, digno de mención por la complejidad de agrupar piezas de grandes dimensiones y características de collage. Las funciones básicas del diseño gráfico y sus conceptos rectores apenas han cambiado con el paso de los años, pero los diseños en sí están en constante evolución. Eso queda patente en el recorrido de la exposición y es una motivación añadida para visitarla.

En pleno 2022, al igual que durante las primeras vanguardias artísticas, a través del diseño y el arte se puede profundizar en el binomio palabra e imagen que constituye el carácter tipográfico. Nada es tan automatizado como parece. Así, cobra sentido, una vez más, la célebre afirmación de Pepe Gimeno que dice «El diseño busca soluciones y el arte se hace preguntas». De la exposición, saldremos con más preguntas que respuestas y eso es bueno, pues la visita a cualquier centro de arte tendría que estimularnos en esa misma dirección.

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