Aunque la festividad del Corpus Christi no tiene hoy en la Ribera ni la vistosa brillantez ni la trascendencia que alcanza en Valencia, la tradición se mantiene viva, en mayor o menor medida, en la práctica totalidad de poblaciones de la comarca. Decenas de procesiones recorrieron el domingo las calles en un ambiente de gran solemnidad. La participación de los típicos gegants i cabuts, de los personajes bíblicos y las danzas ha ganado pulso en los últimos años gracias al entusiasmo de los feligreses y de las asociaciones culturals que aspiran a mantener a flote las tradiciones autóctonas más arraigadas.

Una misa solemne antecedió en todos los casos la procesión del Corpus. Una vez concluida la ceremonia, partió el desfile procesional, en el que participaron multitud de niñosy niñas que habían tomado este año la primera comunión, otra de las particularidades propias del día.

La recuperación de las danzas ha revitalizado algunas procesiones. Muchos escolares participan en estas actividades alentados por sus padres. También se sumaron a los desfiles los representantes de las cofradías más significativas de cada municipio y cientos de devotos que acompañaron en su recorrido a la Custodia.

En l´Alcúdia, la Colla la Rosca organizó otro año la tradicional Dansà, en la que participaron miembros del Grup de Dansa y alumnos de l´Escola Infantil Municipal y de l´Escola d´Adults. Se llegaron a bailar fandangos y hasta una jota.