Rosa llegó al Palau d'Esports procedente de Paterna el miércoles sobre las ocho de la tarde para hacer cola por su hija y sus sobrinas. Era la segunda y en la mañana de ayer permanecía allí. «Lo hacemos por las niñas, es una locura, pero es gratificante y se lo pasan muy bien. Si lo disfrutan, no hay nada más sano que esto», comentaba, mientras reconocía que a ella también le gustan Gemeliers.
Johanna, por su parte, describía una situación similar. Su hija está de exámenes, «saca buenas notas», y necesitaba aprovechar el tiempo, por lo que decidió acudir por ella y por una sobrina. Otras madres pasaron la noche con sus hijas y en la mañana de ayer acudieron a atender sus obligaciones mientras las otras estas cumplían la doble función de guardar cola y estar al cuidado de las adolescentes. p. f. alzira