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«No se puede ser insensible ante el síndrome de Down»

Los padres de la niña escolarizada en el colegio de Sant Joanet reclaman más implicación docente

Los padres de la niña con Síndrome de Down y espectro autista escolarizada en el CRA Ribera Alta de Sant Joanet aseguran que las actividades de concienciación sobre estos trastornos llevadas a cabo por el centro se han limitado a una charla impartida en clase por la psicóloga del colegio a un grupo reducido de alumnos y no estuvieron abiertas al conjunto de la comunidad educativa, tal y como habían solicitado para sensibilizar también a los padres de los alumnos. Los progenitores de la menor reclamaron hace ya tres años que el colegio organizara la celebración del Día Mundial del Síndome de Down declarado por Naciones Unidas, aunque tanto esta petición como la de conmemorar la jornada internacional dedicada al autismo han sido ignoradas por los responsables de la citada escuela.

La respuesta ofrecida por el colegio para justificar la falta de atención a estas solicitudes ha decepcionado a los afectados. El padre de la niña afirma que la «lección magistral» que la psicóloga del centro impartió a los compañeros se efectuó incluso a instancias de la propia familia y del equipo de profesionales médicos que tratan a su hija «y no por iniciativa del colegio». Asimismo, deplora que el resultado «no produjo ni un triste mural» en referencia a la escasa repercusión que llegó a tener entre el alumnado, según sostiene. «La celebración comporta que los niños y los padres sean parte activa y no que les suelten un rollo», critica.

Para el responsable de la menor, el hecho de que la Conselleria de Educación indique que la conmemoración de los días internacionales del Síndrome de Down y del autismo establecidos por Naciones Unidas depende en exclusiva del centro le da la razón y «descarga sobre el profesorado la responsabilidad de llevar a cabo o no estas iniciativas».

Además, la familia entiende que estas jornadas deberían incluirse en la programación anual de la escuela para lograr una integración adecuada de la alumna, aunque no sean de obligado cumplimiento, como dejaron entender los portavoces del departamento que dirige María José Catalá.

Escasa coordinación

Por otro lado, el denunciante lamenta que la escuela no mantenga una relación más fluida con el equipo médico que trata a la pequeña, concretamente un psicólogo del Hospital la Fe de Valencia y profesionales de la Fundació Catalana de Síndrome de Down, con los que trabajan en estrecha colaboración desde hace años.

Pese a admitir que en alguna ocasión «han intercambiado algún correo electrónico», en los últimos tiempos no ha existido un contacto regular que hubiera sido muy provechoso para todas las partes implicadas. El padre remarca que aunque no existe una obligación legal de hacerlo, el apoyo de los especialistas beneficiaría tanto al desarrollo de la niña como al propio profesorado en su labor docente. «Mantenerse aislados frente a un problema tan complejo siempre será mucho peor que aprovechar las sinergias de una acción combinada entre los especialistas médicos, la familia y el colegio donde está escolarizada», defiende el progenitor.

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