Cullera fue pionera en España en poner en marcha dos puntos de playas accesibles y se ha convertido en un referente nacional. Ahora el servicio cumple trece años y cuenta con un alto grado de satisfacción entre los usuarios.

A lo largo de la extensa bahía cullerense existen dos puntos de playas acondicionadas para que cualquier persona con discapacidad física o motora pueda disfrutar como cualquier otra de un baño en el mar. El servicio tiene por objeto favorecer la accesibilidad de las playas a través de dos puntos concretos: el más concurrido, el de Sant Antoni a la altura del Oasis, y otro situado en la playa del Racó. Las entradas a la extensa zona de areña disponen de rampas habilitadas para salvar la diferencia de altura entre el paseo marítimo y la playa. De este modo, se favorecer el acceso a las pasarelas de madera instaladas en la arena, próximas a la orilla.

Los usuarios pueden hacer uso de sillas anfibias, muletas y duchas que les faciliten el baño y les posibiliten el derecho de disfrutar de la playa como cualquier otro ciudadano, acercándoles este placer sin ningún tipo de barreras. El servicio, disponible durante los siete días de la semana, se atiende con un horario de atención al público de 11 a 14 horas por la mañana y de 16 a 19 horas en horario vespertino los meses de julio y agosto.

Monitores de apoyo

En el Oasis, entre semana hay tres monitores por la mañana y uno por la tarde, mientras que los fines de semana se refuerza el servicio por la mayor afluencia y hay tres monitores por la mañana y dos por la tarde. En el caso del Racó, hay dos monitores por la mañana y uno por la tarde, que sirven como servicio de apoyo al baño a aquellas personas con movilidad reducida que necesiten de ayuda para entrar o salir del mar. De media, cada verano la Concejalía de Playas presta 1.500 servicios asistenciales para personas con algún tipo de minusvalía, discapacidaddes físicas en su mayoría, y también usuarios con alguna discapacidad psíquica.

Según los datos hechos públicos por el ayuntamiento, la evaluación de los bañistas es altamente positiva. El 79 % valora el servicio en general como «muy bueno», mientras que el 21 % considera que es «bueno». Entre las prestaciones ofrecidas, lo que más se puntúa es la labor que realizan los profesionales y las actividades complementarias desarrolladas.